La sanción a Lijó de 12 torneos agita las diferencias entre los jugadores y WPT

Ayer se supo que el Comité de Apelación del WPT ratificaba la sanción inicial del Comité de Competición a Pablo Lijó: 12 torneos sin poder actuar en las pruebas que organiza World Padel Tour; lo que es lo mismo, media temporada fuera de la competición profesional con la que tiene relación el gallego. La sanción y su manera de resolver es propia de las administraciones públicas, en la que tanto en primera instancia y como segunda, de apelación, es la administración la que resuelve, en este WPT. Hoy Lijó estudiaba la manera de cómo recurrir a la justicia ordinaria.

La sanción a Pablo, la más grave que se sepa en toda la historia del WPT, es por unos gestos obscenos al público que le increpaba en Buenos Aires. No mereció, sin embargo, la descalificación de los árbitros, y sólo al final de la temporada se ha conocido la decisión de los organizadores a menos de un mes del inicio de la temporada en Abu Dabi, que además llega cuando se sabe que el Premier Padel arrancará una semana después en Doha, con un Major, la primera competición del año.

Sin embargo, aunque la Asociación de Jugadores ya lo había filtrado hace unos al Diario Olé argentino Olé, hoy ha hecho público un comunicado en el que ponen en duda que se pueda disputar la gira sudamericana de tres torneos en marzo, e incluso que se arranque la temporada de WPT en febrero. El texto es el que sigue:

1-. Tanto el contenido como la forma del calendario oficial incumple diversas cláusulas esenciales recogidas en los contratos que, de manera individual, firmaron los jugadores profesionales de pádel, tanto para los que participan habitualmente de forma directa en el cuadro final, como para los que empiezan su participación en las fases de clasificación.

2-. El nuevo calendario ha incorporado, de manera unilateral por parte de WPT, cuatro tipos de torneos (Máster, Open 1.000, Open 500 y Master Final) cuando en los contratos con los jugadores sólo se establecen únicamente tres tipos de torneos como obligatorios (Máster, Open y Master Final). Se trata, sin duda, de 4 tipos distintos de torneos ya que, cada uno de ellos, tiene características técnicas propias además de otorgar distintos puntos y premios.

Respecto de esto último, la cláusula 28 del contrato establece que “el Jugador tendrá derecho y obligación de participar en los torneos de pádel y otras actividades que integran el Circuito WPT en los términos y condiciones establecidos en este contrato.” En base a esta cláusula, los jugadores con contrato en vigor han solicitado que WPT les aclare cuál de los Open es de nueva incorporación y por tanto estar liberados de la obligación de participar en ellos.

3.- Según el artículo 13.5 del Contrato, se establece que las “fechas y lugares” de las pruebas podrán ser modificadas respecto al calendario inicialmente previsto, siempre que medie notificación realizada antes de los 7 días anteriores al inicio previsto de la prueba”. Lo que no está contemplado, en ningún caso, es incluir nuevas pruebas no presentes en el Calendario oficial.

4-. Los jugadores han sido informados por parte de WPT de que la normativa técnica y los reglamentos serán aprobados a lo largo de la temporada que va a comenzar. Desde la PPA queremos recordar que el contrato, anteriormente citado, establece en su artículo 12 que el marco normativo deberá ser aprobado con anterioridad al inicio de la temporada, añadiendo que cualquier modificación posterior sólo tendrá efecto en la siguiente temporada. Con ello, lógicamente, se trata de evitar desequilibrios y atentados contra principios básicos de cualquier competición deportiva que se podrían generar con cambios aprobados y aplicados en mitad de una temporada. Por tanto, los jugadores no tienen la obligación de aceptar ningún cambio normativo y/o técnico que se apruebe y/o se comunique una vez iniciada la temporada.

5-. El Calendario Oficial presentado por WPT para la temporada 2023 no cumple con lo recogido en los contratos con los jugadores en relación al plazo a cumplir entre la comunicación oficial de dicho calendario y el primer torneo de la temporada. El inicio de la misma será el 10 de febrero y por tanto no habrá transcurrido el plazo de un mes a contar desde el anuncio de dicho calendario y el comienzo oficial de la temporada. Así queda reflejado en el artículo 10 del Contrato donde se establece como obligación expresa “aprobar el calendario de competiciones, que se publicará de modo que pueda ser conocido oficialmente con la debida antelación por los Jugadores, y en todo caso, como mínimo un mes antes del comienzo de la temporada”.

Sin duda, según lo expuesto anteriormente, se trata de un manifiesto incumplimiento del contrato por parte de WPT, por lo que los jugadores con contrato en vigor no tienen ningún compromiso de participar en aquellos torneos en los que, manifiestamente, no se ha respetado el periodo mínimo establecido entre el anuncio del calendario oficial y el comienzo de la competición en cuestión. Cada jugador, de manera individual, decidirá su participación o no en función de sus necesidades para adaptar su preparación física, técnica y mental a las fechas concretas en las que se van a disputar las pruebas deportivas, ya que en el Calendario Oficial para 2023 se establece que la Qualy masculina para el torneo Rioja Open 1.000 se celebrará del viernes 10 al domingo 12 de febrero; mientras que por su parte la Qualy del torneo Chile Open 1.000 se celebrará entre el día 13 de febrero y 15 de febrero.

Recordamos que el Calendario se comunicó a los jugadores de manera oficial el pasado 18 de enero. De esta forma, se produce una posición de inferioridad respecto a los jugadores que no deban participar en la Qualy y que sí podrán disponer del plazo necesario para prepararse convenientemente.

6-. Debemos recordar que, a fecha de hoy, WPT mantiene su decisión de discriminar, separar y coartar el derecho a participar en sus pruebas a aquellos jugadores que no tenían formalizada por contrato su relación con WPT, y que, como es sabido, han venido jugando históricamente sin contrato y sin ningún problema. Como ya hemos denunciado en anteriores ocasiones, esta decisión unilateral es de una gravedad sin comparación, no sólo en la historia del deporte en España, sino en ningún país considerado democrático.