La pesadilla Eleftheriadou impide otra final española
Siete goles anotó la internacional griega ante un CN Mataró que no podrá reeditar el subcampeonato del año pasado. Se repite el CN Sabadell-Olympiacos de 2022.
No habrá final española en la Champions más histórica de todas, la única con tres equipos de un mismo país en la final a cuatro. Ya sólo queda uno. El CN Mataró no podrá reeditar su subcampeonato del año pasado, tras estamparse en semifinales contra Nikoleta Eleftheriadou, una jaqueca goleadora de principio a fin en un Olympiacos que tratará de repetir la final de hace dos temporadas, entonces en el Pireo, ahora en el Club Natació Barcelona, ante un CN Sabadell que quiere su séptimo título, y que deberá lidiarlo en una final que se repite por cuarta vez en la última década. Siempre ganó el que jugaba en casa.
Eléctrico fue el arranque, hasta el punto de que en el primer cuarto hubo dos penaltis El primero lo transformó Nikoleta Eleftheriadou para abrir el marcador. El siguiente, Simone van de Kraats para igualar el partido y para afinar su muñeca, en perfecto estado como demostró en el reverso con el que establecía el 2-2, previo tanto de Vasiliki Plevritou en un tiro cruzado.
Por primera vez se situaba por delante el Mataró en el inicio del primer cuarto, a través de Cristina Nogué. Y, aunque tanto Ioanna Stamatopoulou como Laura Aarts se empleaban a fondo con su extraordinaria categoría, los ataques insistían hasta obtener su recompensa.
Resultado favorable al descanso
Lo lograron Christina Siouti y de nuevo Eleftheriadou para el conjunto griego, pero sobre todo Queralt Bertran, Anni Espar y Rita Keszthelyi-Nagy en un valiosísimo parcial de 0-3 para el Mataró, que cortó de cuajo Siouti. Tuvo trabajo extra Aarts antes del ecuador del choque, con hasta cuatro paradas primorosas que permitieron irse con 5-6 favorable.
Del protagonismo de las porteras se pasó a las delanteras en la reanudación, con cuatro goles en otras tantas jugadas seguidas, como si de un partido de tenis se tratase. Empataba Ioanna Chydrioti, avanzaba a las catalanas Queralt Bertran. Marcaba Eleftheriadou, le respondía Keszthelyi-Nagy.
Hasta que la racha se truncó, con dos goles seguidos de la bestia negra de esta semifinal, la internacional griega Eleftheriadou, que llegaba a los cinco goles con más de periodo y medio por delante. Y lo más importante: situaba con ventaja a Olympiacos, que ampliaban Foteini Tricha y Vasiliki Plevritou a un 11-8 harto amenazante a falta del último cuarto. La defensa de las catalanas estaba siendo un desastre.
Veía Dani Ballart, comunicativo y gesticulante en la banda, cómo los nervios e imprecisiones se apoderaban de su equipo. Y, aunque recortaba Keszthelyi-Nagy con una preciosa vaselina, sin tregua abrían una brecha ya insalvable entre la omnipresente Eleftheriadou, que se fue a los siete goles (¡siete!) y Chydrioti. Y Silvia Avegno recibía su tercera y definitiva exclusión.
Ya ni siquiera el 14-10 de Cristina Nogué o el doblete postrero de Van de Kraats servirían para mucho ante el huracán heleno, con Stamatopoulou y Plevritou añadiendo sal a la herida hasta el 16-12 final para Olympiacos.
Serán las griegas, como ya sucedió en 2022, las que tratarán de acabar con la hegemonía de un CN Sabadell que ha conquistado seis veces la Champions en menos de tres lustros, desde la temporada 2010-11. Será este domingo, en el colofón de una final a cuatro que está llenando de ambiente y fervor la piscina de la Nova Escollera, en el Club Natació Barcelona, tan cerquita de la playa que se respira ese aroma mediterráneo que también desprenden los finalistas de la competición.
"Esto es peor que la final del año pasado"
Obviamente cariacontecido, se lamentaba Dani Ballart: “Si por algo se caracterizan mis equipos es por ser defensivamente muy fuertes, pero hoy la pájara ha sido brutal”. “En la tercera parte se nos giró todo, fue horrible, Nikoleta nos destruyó. Sabemos de su calidad, pero desde una posición tan lejana hizo lanzamientos espectaculares”, rememoraba el entrenador del CN Mataró.
“En el momento en que quieres ir con prisas, te enganchan en el contraataque. En muchos momentos perdimos la cabeza en ataque y nos metieron goles fáciles”, analizó. Y zanjó: “Si pensamos que la final del año pasado nos hizo muchísimo daño, esto es peor”.
Por su parte, Anni Espar indicó que el bajón del tercer cuarto “no es falta de concentración, pero sí de intensidad defensiva. Les dejamos marcar dos o tres goles fáciles, se vinieron arriba y no conseguimos remontar”.
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