Punto final a “la peor Marsellesa de la historia”
La organización del Mundial acaba con la interpretación de los himnos por parte de un coro de niños. Hoy, Francia abre la segunda jornada ante Uruguay.
El rugby tiene unos elementos que difícilmente pueden ser alterados: respeto a rivales y árbitros, silencio en los tiros a palos, tercer tiempo... y los himnos. La organización del Mundial probó una innovación en algo tan sagrado como los cánticos nacionales, y no salió bien. La interpretación por coros polifónicos de niños recibió un aluvión de críticas al no casar con los cánticos a capella de la grada, santo y seña del deporte del oval.
“La peor Marsellesa de la historia”, escribió el extenista francés Julien Benneteau durante el partido inaugural que enfrentó a Francia con Nueva Zelanda. “Por el amor de Dios, devolved a todos sus himnos nacionales... están matando la emoción de los minutos previos al partido”, añadió el jugador irlandés Rob Kearney. Dicho y hecho, la Copa del Mundo ha escuchado estas opiniones y, por suerte para muchos, el torneo ha dado marcha atrás. Ahora permitirá a cada federación nacional decidir cómo quiere que suene el himno, pudiendo reproducir una versión clásica grabada.
Por ello, hoy en el Pierre-Mauroy de Lille, donde Francia y Uruguay abren la segunda jornada (21:00, M+) de Mundial, sonará una Marsellesa mucho más reconocible. Los anfitriones llegan lanzados, aunque con aspectos a mejorar, tras vencer a los All Blacks en un partido en el que encontraron más facilidades de las esperadas, mientras que los Teros abren su participación en busca de un triunfo milagroso. A su quinta participación mundialista, Uruguay llega con un bagaje de tres partidos ganados (el primero de ellos frente a España en 1999) y 12 derrotas. Todo lo que no sea una victoria local que les consolide en el primer puesto del grupo será una morrocotuda sorpresa en un Mundial en el que los favoritos necesitan mostrar un punto más de rugby.