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NATACIÓN

La nadadora bielorrusa exiliada a Polonia, condenada a 12 años por Minsk

Aleksandra Herasimenia, ganadora de tres medallas olímpicas, ha sido condenada a 12 años de cárcel por el régimen de Lukashenko.

EFE
La medallista bielorrusa Aliaksandra Herasimenia, sostiene su medalla de oro en el podio durante la ceremonia de entrega de premios de la prueba femenina de natación de 100 metros libres de los Campeonatos del Mundo de la FINA, en el estadio cubierto del Centro Deportivo Oriental de Shanghái, el 29 de julio de 2011.
MARK RALSTONAFP

La nadadora bielorrusa Aleksandra Herasimenia, exiliada en Polonia, ha sido condenada a 12 años de cárcel por el régimen del presidente Aleksánder Lukashenko, según declaró en una entrevista a un medio polaco.

En sus declaraciones, Herasimenia, ganadora de tres medallas de natación olímpicas (dos de plata en Londres 2012 y una de bronce en Río de Janeiro 2016), cuenta cómo ha rehecho su vida en Polonia tras exiliarse, al igual que otros deportistas de élite de su país.

La nadadora relata asimismo que se enteró de la condena impuesta en Minsk a través del mensaje de un amigo el mismo día que cumplía 37 años, lo que para ella es “un motivo de orgullo”, viniendo de un Gobierno “que perpetró elecciones fraudulentas en 2020 y ha dictado más de 5.000 condenas ilegales”.

Desde su adolescencia, y al igual que otros jóvenes deportistas bielorrusos de elite, Herasimenia atrajo la atención de Lukashenko, con quien se vio obligada a bailar en algunas ocasiones, como cuando, con 16 años recién cumplidos, tuvo que acudir rápidamente -”en vaqueros, camiseta y zapatillas deportivas”- a una recepción presidencial

“No lo recuerdo todo bien, así que no quiero inventármelo”, explica, “pero sí que él (Lukashenko) me llamaba su pececilla de oro”.

Finalmente reunió valor para contarle sus quejas sobre la Federación bielorrusa de natación y eso le valió el ostracismo durante años.

La nadadora recuerda que “a los deportistas que apoyaban públicamente al régimen les iba muy bien: subvenciones, becas...”, pero cuando su firma apareció en una carta pública de protesta contra el Gobierno “comenzaron las intimidaciones”.

A la vuelta de unas vacaciones se encontró con que se le había rescindido el contrato que tenía con su club “por el covid, lo cual resultó interesante, porque oficialmente en Bielorrusia no había covid”.

Finalmente optó, hace poco más de un año, por establecerse en Varsovia, donde imparte clases y trata de pasar desapercibida “pero sin exagerar”.

En la condena que le impusieron en ausencia se menciona que al registrar su apartamento se encontraron 48.000 dólares en metálico, “lo cual”, dijo, “me encantaría que fuera verdad, porque así, cuando caiga el régimen, me tendrán que devolver ese dineral que por supuesto no tenía”.

Al contrario que su compatriota, la velocista Krystsina Tsimanouskaya, que anunció su intención de adoptar la nacionalidad polaca, Herasimenia enfatiza que nunca renunciará a ser bielorrusa, “porque los regímenes políticos van y vienen, y al de Lukashenko le quedan días contados”.

En los últimos años Polonia concedió más de 100.000 visados a ciudadanos bielorrusos, de los cuales cerca de 10.000 son de carácter humanitario, según fuentes del Ministerio de Exteriores polaco.