La locura de la sincro: el dúo, de bronce a undécima
La pareja formada por Iris Tió y Alisa Ozhogina finalizaron en la undécima posición después de cometer tres errores en la final de dúo libre en los Mundiales de Fukuoka.
Las finales de la natación artística son una moneda al aire. O, como define una juez árbitra, “es como tirar un triple, el entrenador y el jugador lo entrenan todo el rato, pero al final cuando lo ejecutas en un partido puede entrar o no”. Si en la rutina de dúo técnico a la España de Mayuko Fujiki le entró ese lanzamiento e Iris Tió y Alisa Ozhogina se colgaron el bronce, en la final del libre en estos Mundiales de Fukuoka el balón apenas ha tocado aro. La pareja española, que ha cometido tres errores en los elementos evaluables, se ha conformado con la undécima posición después de ser uno de los candidatos a medalla (175.7437).
“Si te caes siete veces te tienes que levantar ocho” es el lema de la rutina española, nadadora a buen ritmo, muy artística, pero con errores como concluyeron los controladores que se encargaron después de la interpretación española, que fue la última en salir a la piscina, de valorarla. Las caras de decepción eran patentes para un equipo que está siendo la sensación en Fukuoka, al acumular ya hasta seis medallas, tres de ellas de oro.
El triunfo fue para Austria, con las hermanas Alexandri llorando de felicidad después del bronce de la pasada edición y de estrellarse en estos Mundiales marcados por el cambio de reglamentación (255.4583). La siguieron las chinas a una distancia mínima (255.2480) y el podio lo completó Japón (249.5167).
El dúo olímpico está formado por la combinación de la rutina técnica y libre, donde España ha sido tercera y undécima respectivamente. Complicado sacar una conclusión en el mar de sorpresas en el que se ha convertido ahora la natación artística. Este viernes continuará el concurso con la final de equipo libre, donde España encara la final, después de ser campeona del mundo en técnico, con la segunda mejor nota. Pero todo puede pasar.