La Liga del exilio

La imagen del miércoles era hasta cierto punto surrealista. El Club Natació Sant Andreu, que desde el inicio de la temporada había marchado líder de la Liga, se veía obligado a jugar como local en la piscina de Sant Sebastià, rodeado de logos del Atlètic Barceloneta, el primer partido de la final. Como si desde la organización no se hubiese podido prever desde hacía meses que, en caso de mantener esa posición, el encuentro iba a coincidir con la disputa del Ciutat de Barcelona de natación en la Pere Serrat, la casa de las andreuenses. Y ahora corren el riesgo de que la Liga termine sin haber podido jugar en su propia piscina.

Porque resulta que en ese primer partido de la final, el mismo Sant Andreu que no había perdido (salvo por penaltis) ningún partido ni en toda la fase regular ni en las semifinales, cayó el miércoles frente al Centre de Natació Mataró. Las de Dani Ballart se hicieron valer de un gran inicio, con una poderosa Rita Keszthelyi (autora de cuatro goles), y de una sólida defensa complementada con el fabuloso papel de Mariona Terré en el último cuarto (0-1 fue el parcial) para superar a las de Javi Aznar. Para revertir, con el 8-10 final en la Barceloneta, el factor piscina. Si es que había estado realmente a favor del Sant Andreu.

Ahora, la pelota está en el tejado del Mataró, que este viernes (19:00 horas, Teledeporte) recibe al conjunto revelación de España y de Europa esta temporada. No en vano, vienen las barcelonesas de conquistar recientemente la Copa de la Reina, y en la final a cuatro de la Champions superaron al propio conjunto del Maresme en la lucha por el bronce. Aquel cetro continental lo ganó, cómo no, un Club Natació Sabadell que se ha quedado fuera de la final liguera por primera vez desde aquel CE Mediterrani-CN Ondarreta Alcorcón de la campaña 1997-98.

Obviamente, tratará el Sant Andreu por todos los medios, y con el liderazgo de Martina Terré, las hermanas Ruiz y Paula Crespí, de forzar un tercer encuentro que al fin sí podría disputar en su piscina y ante su gente, el domingo (13:15), en la pugna por el que sería el primer título de Liga de su historia. El Mataró, en cambio, ya ganó uno, aunque no pudo ni celebrarlo: fue el de 2020, que logró a consecuencia de que el campeonato se suspendió por la pandemia, y se decretó que el campeón sería el que iba líder en el momento del parón. La final inédita de la Liga femenina alcanza su segundo capítulo.

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