La ‘libélula’ huye de Alexander Popov, Dressel y Hoogenband
El nadador rumano, que lucirá en este 2023 un bañador con ese insecto representativo, puede marcar una época entre los mejores velocistas de la historia de la natación.
“La libélula resume mi habilidad, mi personalidad y mi entorno. Es pequeña e inofensiva, pero vuela hermosa y elegantemente sobre el agua, dejando atrás a sus depredadores. La precisión de la rutina de la libélula describe perfectamente mi entrenamiento y su delicadeza se traduce en mi desempeño. Además, sus alas son un símbolo de libertad, de ahí el estilo libre”. La frase es de David Popovici, que este 2023, en el 50 aniversario de Arena, lucirá un bañador con el insecto en uno de los muslos. La ‘libélula’ huye de los depredadores de los 100 libre, grandes nadadores a lo largo de la historia que el rumano quiere dejar atrás.
Desde Alfred Hájos (primer campeón olímpico y quien da nombre a la piscina de Budapest) al hawaiano Duke Kahanamoku (quien inventó el estilo crol y doble campeón olímpico), siguiendo por Johnny Weismuller (primer hombre en bajar de 1:00 y doble oro olímpico) y Mark Spitz hasta los más recientes, como el ruso Alexander Popov, el holandés Peter Van den Hoogenband o el estadounidense Caeleb Dressel, uno de sus rivales en los Juegos de París 2024. Popovici, quien ya es campeón del mundo y quien posee el récord de la distancia (46.86), espera coronarse por primera vez en París. “David es ahora delgado, pero tiene la suficiente fuerza como para nadar a las altas velocidades. Estoy seguro de que si tiene más fuerza también sabrá manejarla del mismo modo que hoy viene haciendo. Pero será todo un desafío que tenemos que empezar a explorar”, explica su entrenador, Adrian Radulescu.
El estilo de Popovici, ese nado sedoso, recuerda a Mark Spitz, campeón olímpico en los 100 y 200 libre en los Juegos de Munich, de 1972. Aunque su envergadura (2,05m) le aproxima a Popov, de dos metros de altura, quien siempre comentaba que “mi reto es conquistar al agua, nunca retarla”, por su facilidad para deslizarse en las carrera sin apenas esfuerzo. Una característica que también compartían el australiano Ian Thorpe (200 y 400 libre) y el holandés Peter van den Hoogenband (100 y 200 libre), que depararon unos duelos históricos en los 100 y en los 200, junto a Michael Phelps. Popovici ha llegado para marcar una época en ambas pruebas con el reto de los 400 en el futuro. Ningún nadador ha podido ganar las tres pruebas. La libélula podría ser el primero.