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UFC

La guarida de Topuria

AS se adentra en el Climent Club, el lugar en el que el campeón del mundo de peso pluma de la UFC forjó su título. “Esto no es Disneylandia”, se puede leer en un mural gigante.

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La guarida de Topuria
Fito González

La guarida de Ilia Topuria, campeón de la categoría de peso pluma de la UFC, está en Alicante. El Garbinet, un barrio de clase trabajadora de la ciudad, esconde el templo en el que el campeón del mundo fue forjándose tarde tras tarde. Entre talleres, pequeños locales y viviendas bajas, se cuela el Climent Club. Nadie diría que tras una diminuta puerta, que cuesta esfuerzo hasta abrirla, se esconde la ‘casa’ de Ilia. “Esto no es Disneylandia”, se puede leer en un mural gigante que engalana un gimnasio ubicado en la calle Burgos y que infunde cierto respeto. Luego, cientos de carteles y pegatinas decoran un centro con dos plantas que vio la luz por accidente, nunca mejor dicho. Y es que Jorge Climent, uno de los creadores del Club y entrenador de Topuria, tuvo que replantearse su vida tras un golpe grave con una moto. El dinero que recaudó como indemnización sirvió para levantar las paredes del gimnasio en el que se encuentra la ‘jaula’ en la que Ilia ha pasado cientos de horas.

A miles de kilómetros de allí, Topuria hizo historia. Lo primero que hizo el campeón fue mandar un saludo a la ciudad que le adoptó con 15 años. La gesta del hispano-georgiano ha dado la vuelta al mundo, pero si en algún lugar ha habido una revolución esta se ha dado en Alicante. Desde que Ilia lució el cinturón y se alzó con el título de campeón del mundo, ‘su’ ciudad se ha vuelto loca. Alicante entera espera al campeón el viernes, cuando el Ayuntamiento le rendirá un homenaje. Mientras llega ese momento, la visita al Climent Club se ha convertido en una especie de peregrinaje. Todos quieren pasar por el templo en el que Ilia empezó a forjar su leyenda. Agustín y Jorge Climent regentan un gimnasio construido desde cero, con la humildad de dos entrenadores que vieron en Ilia madera de campeón.

“Somos los entrenadores del campeón del mundo del peso pluma y no podemos estar más orgullosos. El pecho no nos cabe en las camisetas. El sueño de Ilia empezó con nuestro sueño porque a nosotros nos tocó ser los pioneros de todo esto, construir la base y ahora mismo somos la fábrica del campeón. Bueno, somos una fábrica de campeones porque estamos seguros de que lo de Ilia se va a repetir en un futuro próximo”, aseguran a AS Jorge y Agustín.

Los hermanos Climent, Jorge y Agustín, posan para AS en su gimnasio, cuna del campeón del mundo de peso pluma de la UFC, Ilia Topuria.
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Los hermanos Climent, Jorge y Agustín, posan para AS en su gimnasio, cuna del campeón del mundo de peso pluma de la UFC, Ilia Topuria.Fito González

Los hermanos Climent sudaron sangre para levantar la guarida de Ilia. “Llegamos a Alicante en 2002 y no existía nada en la ciudad. La gente lo único que había visto era Karate Kid. Empezamos a crear grupos en diferentes gimnasios y ahora hay más de 300 alumnos”, asegura Agustín. A Jorge le cuesta hasta digerir el recuerdo. “En 2008 sufrí un accidente de moto y me hicieron 16 operaciones. Con ese dinero que me dieron alquilamos este lugar y lo reformamos. Al principio, dormía en la parte de arriba. Ahora, es todo diferente y hay un Climent Club en varios rincones del mundo. Estamos orgullosos de todo esto porque damos clases infantiles y nuestros hijos también pelean. Si lo aplicamos en nuestros hijos es porque este deporte construye hombres de bien y da códigos que otros deportes no tienen”, afirma Jorge Climent. “El título de Ilia va a hacer que haya muchos más campeones porque esto va a inspirar a más chicos”, sentencia Jorge.

Dos jóvenes, en la 'jaula' del Climent Club.
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Dos jóvenes, en la 'jaula' del Climent Club. Fito González

En Alicante y en el Climent Club todos quieren ser Topuria. Por su tatami rojo, pasan casi 300 alumnos y alumnas. Sin embargo, las llamadas, desde que Ilia se alzó con el título de campeón, se han multiplicado por mil. Todos quieren pasar por las manos de los hermanos Climent, incluidos los niños que ya se ven reflejados en el espejo de Ilia. “Nos representa por su forma de pelear y por sus valores”, dicen sin rubor las jóvenes promesas que se citan cada tarde en el Club. “Con Ilia se ha hecho realidad un sueño. Éramos cuatro gatos y aquí nos matamos por nuestros sueños. En nuestro gimnasio todos queremos ser como él porque siempre ha sido un ejemplo para todos. Yo invito a todos los niños que quieran ser como Ilia a que vengan al Climent Club, el mejor sitio de España y del mundo, donde se fabrican los campeones”, afirma Pepe Torres, una de las personas de confianza de Ilia y actualmente profesor del gimnasio.

Los alumnos del gimnasio Climent, en acción en su característico tatami rojo.
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Los alumnos del gimnasio Climent, en acción en su característico tatami rojo. Fito González

A los alumnos ya no les sorprenden las visitas de los cámaras y periodistas. Jorge y Agustín cuentan por decenas las veces que han tenido que atender a los medios en las últimas semanas. AS es testigo de una clase de MMA, la especialidad en la que Topuria tumbó a Volkanovski. Como a todos, nos toca descalzarnos para visitar unas instalaciones con un encanto especial, en el que apenas hay lujos y mucho sudor entre cuatro paredes. Así es el hogar de Ilia Topuria.

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