La anfitriona se cita en la final con Canadá
Las inglesas se imponen en la segunda semifinal y se verá las caras con la sorprendente Canadá en la final, el sábado a las 17:00.
La selección inglesa femenina de rugby alcanzó este sábado la final de la Copa del Mundo que se organiza en su país al batir en semifinales a Francia (35-17) en Bristol y se jugará el título el sábado 27 a las 17:00 de la tarde contra Canadá en Twickenham, la ‘Catedral’ del deporte del balón oval.
Este triunfo extiende el récord de victorias en cadena de las ‘Red Roses’, que han ganado de forma consecutiva sus últimos 32 encuentros internacionales, una serie iniciada tras la derrota frente a Nueva Zelanda en la final de la última edición mundialista, la de 2022.
Tras una primera incursión ofensiva de Francia conjurada por una pesca de Hannah Botterman, Inglaterra recuperó un balón suelto en el centro del campo y el ataque por el lado ciego de la medio de melé Natasha Hunt liberó en el pasillo izquierdo a la zaguera Ellie Kildunne, que posó entre palos tras quebrar a la última defensora.
Las galas no se desanimaron por esta desventaja a contracorriente y continuaron con su plan de atacar desde cualquier posición del campo, lo que las condujo al ensayo de Nassira Konde después de una larga jugada en la que las dos alas, Marine Menager y Kelly Arbey, estiraron a la defensa inglesa con carreras junto a la banda.
El error en la conversión de Morgane Bourgeois le dejaba una ventaja mínima a las locales (7-5) que supieron sufrir en defensa durante hasta el descanso, pese a que Francia monopolizó la posesión y vio cómo le anulaban un ensayo a Menager por un pase adelantado de la medio apertura Carla Arbez.
Inglaterra aceleró desde el pitido inicial del segundo periodo, cuando una plataforma desde una ‘touche’ mandó tras la línea de marca a la talonadora Amy Cokayne y a pesar de que las francesas reacciones enseguida con un ensayo de Arbey, las locales dominaron a placer hasta el final.
Nuevas anotaciones de Abbie Ward, Megan Jones y de nuevo Kildunne, que coronó su exhibición ofensiva con un eslalon en el que pasó revista a toda la defensa rival, dispararon el marcador para unas inglesas que sólo permitieron que Konde doblase su renta particular cuando ya se encaraban los minutos finales.
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