La America’s Cup ya cambia el perfil del Port Vell de Barcelona
La competición de vela, la más antigua del mundo, se celebrará de agosto a octubre y ya centra múltiples acciones el puerto olímpico donde desde hace un año se entrenan los equipos participantes.
La fisionomía del Port Vell de Barcelona ha vuelto a cambiar. Como en 1992, con los Juegos. Otra gran competición puede tocarse en sus márgenes y eso que aún no se ha disputado. En unos días, unas semanas. Es la America’s Cup, la más importante de vela, esa en la que el segundo no existe. Solo puede haber un primero. Hace meses, desde junio de 2023, que los equipos participantes han levantado en su orilla sus bases, para trabajar en sus aguas, amoldarse, domar, a la espera del 22 de agosto de 2024, cuando comenzará a disputarse (hasta octubre).
El actual campeón, el Emirates Team New Zealand, el último en troquelar su nombre en el trofeo, ese de plata, la Copa de las Cien Guineas, que solo los ganadores pueden tocar con las yemas de los dedos. Los demás lo hacen con guantes, en los traslados, la exposición, de 3,8 kilos de peso, 69 centímetros de alto y una base de 61 centímetros que lo convierten en un santo grial. Solo existe uno, ese que viaja de ganador a ganador desde la primera regata, el 22 de agosto de 1851. Un campeón que elige la sede, las normas. El Emirates Team New Zealand busca hacer historia en esta edición de Barcelona. Levantarlo tres veces. Algo que nunca, ninguna nación, ha hecho nunca, en sus 173 años. De hecho solo cuatro (Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Suiza) lo han ganado, han plantado su bandera en la más absoluta cima de este deporte, la vela. Gran Bretaña, por ejemplo, no lo ha hecho nunca. El Ineos Britannia lo intentará en Barcelona. Los otros retadores, llamados challengers, son el suizo Alinghi Red Bull Racing, el italiano Luna Rossa Pirelli Prada Team, el estadounidense NYYC American Magic y el francés Orient Express Racing Team. Algunos, como el American Magic, se han abierto a la ciudad con un ‘hospitality’ para que particulares y empresas puedan disfrutar de experiencias en la base y seguir la competición. Con la America’s Cup todo suma en Barcelona.
La emoción de lo que supone ganarla se exhibe ya cada día en una película proyectada el edificio Imax del Port Vell donde, a través de varios espacios interactivos, se puede sentir lo que es y será para Barcelona la America’s Cup. Recibe a los visitantes una réplica del trofeo, sigue la historia de la competición contada en una pantalla envolvente de 128m2, un time line en una sala llena de televisores, más de 50, en la que viajar por ella, desde 1851 a 2024, además de un simulador con gafas de realidad virtual en el que sentir como sienten los que la compiten, la proyección de la película One hell of a battle que en diez minutos llena, filmada desde el corazón de los equipos, donde se explica qué es esta competición: la más pura ambición. Todo lo invertido por esos equipos que desde hace más de un año cambian de nuevo el perfil del Port Vell será nada si no la ganan. Solo el que lo gana deja su legado. Su nombre troquelado mientras los demás mastican la hiel de ese grito del maestro de señales de la Reina Victoria en el yate real Victoria & Albert en la primera, la celebrada en Londres con motivo de la Gran Exposición Universal, una vuelta alrededor de la Isla de Wight: “Señora, no hay segundo”. Y nunca lo habrá en la competición del deporte más antigua del mundo. El segundo, pierde. El tercero, solo participa. Como todos los demás.
El Explora Journeys, con Emirates Team New Zealand, el lujo en el mar
Por primera vez en Barcelona tendrá regata femenina. En su tercera vez en España, tras las celebradas en Valencia en 2007 y 2010, puede generar 18.876 puestos de trabajo a tiempo completo y un impacto positivo en la economía catalana de 1.115 millones de euros, un informe de la Universidad Pompeu Fabra para la Fundación Barcelona Capital Náutica. Multitud de marcas quieren estar, formar parte, estar troqueladas en el barco ganador, como el Explora Journeys, la naviera de lujo del grupo MSC que ya era Global Partner de la 37ª edición pero desde el 19 de junio patrocina de manera particular también el Emirates Team New Zealand.
“Encarna a la perfección la perseverancia y la innovación que son la esencia de la vela de competición. Es un honor para nosotros apoyar a un equipo tan distinguido y esperamos con impaciencia sus logros en las próximas pruebas de la Copa América. Quiero ser parte de la adrenalina de la regata en todas sus maneras”, explicaba Pierfrancesco Vago, presidente ejecutivo de la División de Cruceros del Grupo MSC el 19 de junio, día que anunció el acuerdo junto con Grant Dalton, consejero delegado de America’s Cup Events y del Emirates Team New Zealand, el que ha llevado la innovación de la Fórmula 1 del mar a su terreno, ese Explora I que supone una America’s Cup en los cruceros.
AS pudo visitarlo el día en que se anunció la alianza Explora-Emirates Team New Zealand, cuando estaba atracado en el puerto de Barcelona, horas antes de partir hacia el Atlántico (ya lo ha cruzado dos veces desde que se botó por primera vez, el 24 de julio de 2023) llenando los cinco sentidos. Lo primero que recibe es una guitarra española en su hall. El del oído es el primer sentido que atrapa. Después van los ojos, incapaces de abarcar de un vistazo los 248 metros de eslora de un barco con 63.621 GT de tonelaje, con colecciones privadas de Andy Warhol y Roy Lichtenstein, para un máximo de 922 huéspedes, los más de cien metros de muchas de sus 461 suites, con terraza al mar y jacuzzi. El tacto es la piel arrugada de alguna de sus cinco piscinas, la zona de spa. El gusto aguarda en el paladar, dispuesto a llevar a los usuarios a cualquier lugar del mundo en cualquiera de sus seis restaurantes. El olfato, la sal del mar en sus vueltas al mundo.
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