La AMA saca la artillería pesada ante los 23 positivos chinos

Ante la avalancha de sospechas y acusaciones que se ciernen sobre su organismo, las últimas a través del documental ‘Doping Top Secret: China Files’ de la radiotelevisión pública ARD alemana, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) organizó una videoconferencia de dos horas de duración con los medios de comunicación en la que sus principales responsables se defendieron del caso de los 23 nadadores chinos que, a siete meses para los Juegos de Tokio, dieron positivo en trimetazidina (TMZ, una sustancia prohibida), sin que se impusieran sanciones cautelares ni se conociera la situación hasta la semana pasada.

“La AMA siguió todo el proceso debidamente e investigó con diligencia cada pista y pormenor sobre este asunto. Si ahora tuviéramos que hacerlo de nuevo, haríamos exactamente lo mismo”, zanjó con bastante contundencia el presidente de la agencia, Witold Banka, quien añadió: “Nosotros recopilamos nuestra información sobre la sustancia en cuestión y consultamos a científicos expertos independientes para probar la teoría de la contaminación. No se presentó ninguna prueba creíble de irregularidades, por lo que no se daban los mínimos para abrir una nueva investigación”.

China habría pagado cuatro millones de más

Por su parte, el director general, Olivier Niggli, aseguró que “todo se hizo con total transparencia”. Y negó que el silencio sobre este caso guardara relación alguna con la información destapada el lunes por el ‘New York Times’, según la cual China habría pagado dos millones de dólares anuales más de lo debido a la AMA durante los dos años previos a Tokio 2020. “No tengo absolutamente ningún problema en nuestra relación con China”, sentenció.

En ese sentido, Banka apuntó que “en paralelo a que nuestros expertos revisaran este caso en 2021, también buscábamos enérgicamente que se hiciera justicia con otro nadador chino, Sun Yang”, quien fue inhabilitado durante ocho años (posteriormente, reducido a cuatro) por romper una muestra de sangre durante un control. Curiosamente, sin embargo, Yang también fue suspendido tres meses en 2014 por un positivo en TMZ.

“Cero opciones” ante el TAS

“Algunos comentarios que se han hecho, que sugieren un encubrimiento de dopaje por razones políticas, no podrían estar más lejos de la verdad”, terció Ross Wenzel, asesor legal, quien no descartó acciones en los tribunales contra Travis Tygart, el director general de la USADA, la agencia antidopaje estadounidense, quien desde la revelación de este caso ha acusado con rotundidad a la AMA.

Según Wenzel, la única manera de revocar el veredicto de la CHINADA, que concluyó que los nadadores habían dado positivo por contaminación en la cocina del hotel donde se hospedaban, habría pasado por acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), a su juicio con “cero opciones de éxito”.

La teoría de los rusos

“¿Por qué iban a querer hacerles la prueba y que dieran positivo sabiendo que eso les causaría problemas más adelante?”, se preguntó Günter Younger, director de inteligencia e investigaciones. “Si quisieran ocultar un dopaje, como hicieron los rusos, no seguirían ese camino”, apostilló.

Y Wenzel puso la puntilla, en un culebrón que empieza a parecer una batalla entre las agencias de dopaje mundial y estadounidense: “Un caso involucró a más de diez deportistas en los Estados Unidos en 2014, y ha habido otros muchos ejemplos de contaminación en grupo relacionada con los alimentos o con el ambiente, que se han cerrado sin divulgación pública al aceptar que los deportistas no fueron culpables”.

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