Kraft manda en el ski flying de Oberstdorf

La Copa del Mundo de saltos de esquí regresaba a Oberstdorf, uno de los míticos escenarios de este deporte. Pero la instalación alemana cambiaba su estructura, sus entrañas. El Cuatro Trampolines quedaba muy atrás, y ahora era el turno del Ski Flying. Velocidades superiores a los 100 km/h, hombres sin miedo cortando el viento y lanzándose al vacío, recorriendo cientos de metros sobre sus esquís. Poseía en movimiento. Esta vez no triunfó Andreas Wellinger, como hiciera a finales del pasado diciembre con el Águila Dorada en juego, sino un Stefan Kraft que sigue gobernando la disciplina con absoluta autoridad.

El austriaco no lo tuvo nada sencillo. De hecho, fue Ryoyu Kobayashi (3º) quien llevó la voz cantante durante la mitad de la sesión. El japonés, cuya conquista del Águila Dorada marcó un antes y un después en su actual temporada, de menos a más, lideró la tabla al término de la primera tanda. Con 224 metros firmó el salto más largo del día, idéntico al de Kraft, pero el japonés se aupó a lo más alto por los puntos de técnica y compensación.

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No obstante, algo tendría que decir en todo esto Peter Prevc (2º), que les siguió de cerca con 223,5 metros. El esloveno lo bordó en el segundo salto (224 m), aunque con condiciones de viento más favorables. Un matiz a la postre decisivo. A Kraft le valieron 217 metros en su segunda tentativa para liderar y la presión pasó a manos de Kobayashi, último saltador en liza. Y quizás le pudo. El japonés se quedó en 215 metros y salvó el podio por apenas dos décimas respecto a Timi Zajc, un pequeño alivio dentro de un agridulce final. A falta de cinco pruebas para la conclusión de la Copa del Mundo, su desventaja de 269 puntos en la general respecto a Kraft parece insalvable. ¿Obrará el milagro Kobayashi?