Jennifer Miranda se pone a las puertas del Mundial del pluma

Pleno en la ‘Noche de Reyes’. Jennifer Miranda (10-0-0, 1 KO) se proclamó campeona interina del peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), por lo que se pone a las puertas del Mundial, que actualmente está en manos de la puertorriqueña Amanda Serrano (46-2-1, 30 KO). Venció por decisión unánime (100-90, 99-91, 100-90) a la argentina Iara Altamirano (10-0-1, 0 KO) en una espectacular velada en los Cines de Callao, en pleno centro de Madrid, con un lleno absoluto que acogió a 750 personas. Jonathan Maravilla Alonso (24-2-0, 8 KO) también se ciñó su cinturón AMB FEDEBOL del superligero al ganar por TKO en el séptimo asalto al argentino Nicolás Blanco (10-2-0, 1 KO).

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Empezaron tanteándose en el primer asalto. La argentina lanzaba el jab, intentando clavar sus golpes, pero Miranda sabía quitarse de encima las manos, moviéndose muy bien por el cuadrilátero y controlando el centro. Empezaron a llegar las primeras combinaciones de la gaditana, que conseguía impactar sus manos sin que las de Altamirano le causasen ningún tipo de peligro. Jennifer iba trabajando round a round, tranquila y manejando el pleito. Conectó una combinación a cara y cuerpo que dolió a la argentina, pero no bajó la intensidad.

En el quinto asalto, la española llegó con una derecha que impactó en el rostro de Altamirano. Siguió castigando, haciendo llegar sus manos, desplazándola por el ring. Se gustaba Miranda y se lucía delante de su público. Para el sexto asalto, el dominio era total. La derecha de la gaditana martilleaba la cara de la argentina, que intentaba ir a por el cuerpo, y controlaba la distancia a su antojo. Cerraron la disputa con un espectacular intercambio de golpes en el centro del cuadrilátero.

‘Maravilla’ se luce

Maravilla Alonso también hizo su trabajo. El boxeador de origen dominicano se proclamó campeón AMB FEDEBOL del peso superligero al vencer por TKO en el séptimo asalto al argentino Nicolás Blanco. En un combate muy aguerrido, Jonathan supo llevar el control del choque y conectó las manos más claras para terminar antes del límite.

Jonathan se hizo rápido con el centro del ring y empezó lanzando los primeros golpes al cuerpo. Bueno se desplazaba por el ring, pero el control y el ritmo del combate los llevaba el boxeador de origen dominicano, que clavó una buena mano en los primeros minutos del choque. Respondía también el argentino, pero con manos menos precisas y conectando varios golpes ilegales en la nuca. Fue volviéndose cada vez más sucios, con manos detrás de la cabeza. A partir del segundo asalto, Blanco metió una marcha más, pero Maravilla no perdía en ningún momento el control del combate. Clavaba duros rectos para ponerlo contra las cuerdas, pero como respuesta obtuvo más manos detrás en la nuca. En el tercer round, el árbitro ya llamó la atención del argentino por los golpes.

La intensidad del choque aumentó, así como lo hicieron las acciones ilegales del argentino, que continuó presentando un pleito sucio. Los ganchos de Maravilla impactaban en el cuerpo de Nicolás. No fue hasta el quinto asalto que el árbitro le quitó un punto a Blanco por otra mano más en la nuca después de que Jonathan conectase una combinación que sintió y le puso contra las cuerdas. El pleito era cada vez más aguerrido, y el público se quejaba y animaba al púgil local. En el séptimo asalto, el español acabó el trabajo. Con un crochet de izquierda, mandó a la lona al argentino. Este se levantó y siguió plantando cara, pero con otro crochet volvió a ir al suelo y el árbitro paró el combate. “Por primera vez, desde hace 17 años, en ese palco están todas las personas que me han apoyado. Para que vean que no somos superhéroes, los boxeadores también lloramos”, dijo emocionado Alonso.

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