Jané apadrina el debut del waterpolo español en los Mundiales de Doha
Se reencuentra Miki Oca con quien fuera su seleccionador en el oro olímpico de Atlanta y su antecesor al mando del combinado femenino. Ahora, al frente de China. El objetivo: el oro.
Con él como seleccionador pudo resarcirse de la final olímpica de Barcelona con un glorioso oro en los Juegos de Atlanta 1996. Y, cosas del destino, también fue su antecesor en el cargo de seleccionador femenino, durante unos meses en 2009 que acabaron en unos Mundiales. Entonces, en Roma. Ahora, en Doha. Se reencuentra Miki Oca con el incombustible Joan Jané en el debut del waterpolo español en esta gran cita, este domingo a las 8:30 (hora peninsular española, Teledeporte), que llega justo tres semanas después de colgarse las Guerreras del Agua la plata en los Europeos de Eindhoven.
“Da rabia perder una final, pero creo que puede ser hasta un estímulo para apretar ahora más los dientes e ir a esta competición a poner lo que no pudiste poner en la anterior. Es lo que sentimos todos”, manifestaba en Europa Press un Oca que reivindica el valor de España pese a las dos finales consecutivas perdidas frente a Países Bajos, la continental y antes la de los Mundiales de Fukuoka del pasado verano, en otra plata como la que Jané consiguió ya al frente de China en Shanghai 2011. Pasado el tiempo, aquella potencia sigue siendo campeona asiática pero ha bajado sensiblemente su nivel frente a las candidatas europeas y, cómo no, Estados Unidos.
Superar a China, contra la que el combinado español enlaza diez victorias desde 2016 –la última, 17-11 hace diez meses en la Copa del Mundo– es el primer escollo para el objetivo inicial, que pasa por quedar primeras de grupo para ahorrarse los octavos de final. El grupo las medirá el martes con Grecia, en una reedición de la semifinal del Europeo, y el jueves a Francia, a la que derrotaron igualmente en Eindhoven.
La segunda meta de estos Mundiales ni que decir tiene que son las medallas. Y más concretamente, el oro. Emular por tanto el título conquistado en Barcelona 2013, y de paso desquitarse ante Países Bajos o Estados Unidos. Y todo ello sin la presión de tener que alcanzar una plaza olímpica, que ya obtuvieron las españolas con esa vigente plata mundial. Comienza la acción.