Jake Paul apaga la estrella Tyson

La edad pasa factura a todo el mundo, y Mike Tyson no iba a ser la excepción. El que fue en su día el boxeador más temido, el excampeón de los pesos pesados que acababa con la mayoría de sus rivales en los primeros asaltos, volvió al ring a sus 58 años para medirse al youtuber Jake Paul, a quien le saca 30 años, en el AT&T Stadium de Texas (Estados Unidos) en una velada organizada por Netflix. El Niño Problema se impuso sin problema, por decisión unánime (80-72, 79-73 y 79-73), permitiendo que Iron terminase en pie y sin humillarle en un combate oficial que subió al récord de ambos púgiles. Un espectáculo tan seguido como innecesario.

Tyson, como era de esperar, salió con todo, lanzándose a por el ataque y haciéndose con el control del centro del ring. Paul intentó conectar un volado de derecha, pero se encontró con las manos del excampeón y tuvo que abrazarse. La amenaza persistía, y Mike le perseguía por el cuadrilátero, obligándole a desplazarse. El Niño Problema peleaba de manera inteligente, manteniendo la distancia y sin permitir que su rival se acercase. Sabía lo peligroso que es Tyson y el poder de sus manos, que pusieron a dormir a los boxeadores más grandes de la mayor división. Esto frustraba al exmonarca que, cada vez que sonaba la campana, se tiraba a por todas. Sus piernas temblaban cada vez que recibía una combinación de Paul, que estaba llegando con los mejores golpes en el tercer asalto y le frenaba con el jab.

En el cuarto asalto, Mike lucía cansado. Se mostraba muy estático, ya no se lanzaba a por el ataque ni buscaba acortar la distancia. De esta forma, Paul podía ir sumando asaltos sin mucho peligro y con relativa facilidad. El público pedía más acción, pero el excampeón de los pesos pesados no respondía. El volumen de manos que tiraba era bajo, prácticamente nulo, y el joven estadounidense no abusaba de la situación, pero marcaba un claro dominio. En el séptimo asalto, Tyson salió un poco más activo, pero nada extraordinario. Jake seguía manteniéndolo a raya con el jab y con golpes sueltos, sin clavarlos ni hacer mucho daño.

Antes de que sonase la campana final, Paul juntó sus guantes y se agachó delante de la leyenda del boxeo en señal de respeto. Posteriormente, se abrazaron, reconociendo. Tyson solo pudo conectar 18 golpes, mientras que el vencedor del encuentro llegó con 78. Las diferencia fue abismal, a pesar de que Jake fue compasivo y no intentó tumbarle, dejándole con vida y de pie hasta que sonó la campana. “Ha sido un honor. Es una leyenda. Es el GOAT, es un icono. Es el tío más malo del planeta, es tan duro como esperaba”, declaró El Niño Problema.

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