Ilusión desbordada en el debut de Jesús Velasco con España

Ilusión y hambre. Así se puede definir el debut de Jesús Velasco en el banquillo de España. Un encuentro en el que la Selección fue capaz de derrotar a la poderosa Portugal a domicilio con una gran imagen. Y todo, con un equipo totalmente renovado (sólo un jugador repetía del pasado Mundial), brillo de los debutantes y varias pistas de lo que el laureado técnico toledano quiere para la ‘nueva España’. Algunas de las que se intuyeron iban encaminadas a mantener un ritmo altísimo, presión asfixiante en defensa y, como declaró en su presentación, tener como eje “el talento del jugador español”. Y si eso lo conjuga con la competitividad necesaria para derrotar a una potencia como la Portugal de Jorge Braz, da como resultado la ilusión que tanto necesita el futbol sala español tras la decepción que supuso el último Mundial.

Había mucha expectación por ver un duelo entre dos grandes que venían de caer de forma decepcionante en los octavos de la cita mundialista. El partido comenzó a un ritmo altísimo, con choques y electricidad, despejando las dudas de que este enfrentamiento iba a tener poco de amistoso. Con Portugal ejerciendo mucha presión y una España muy vertical, en la que Esteban y Pani firmando las primeras ocasiones. El primer test para Jesús Velasco iba a ser una prueba válida y exigente.

Eso no impidió que el seleccionador le diese la alternativa a los debutantes Dani Zurdo, el habilidoso ala del Jaén; Ricardo, el cierre de ElPozo; Renato Lopes, de origen caboverdiano que llegó a España muy joven; y el meta barcelonista Freixas, que disputó la segunda mitad. Pero a pesar del poco tiempo que ha tenido el técnico, apenas dos entrenamientos, sí se detectaban ciertas premisas. La intensidad y la presión altísima en cada síntoma de duda del rival servía a España para inquietar a la campeona de Europa, que también tenía sus opciones. Solo los porteros evitaron que se inaugurara el marcador en una primera parte muy competida.

Pero eso cambió en la segunda, que empezó con buena noticia para España. Una gran presión de Javi Mínguez fue aprovechada por Esteban para hacer el 0-1 con un disparo potentísimo. Era el resultado del gran juego que estaba desplegando la Selección, aunque a partir de ahí también tocó ponerse el mono de trabajo. Pero hasta en eso sale reforzado el equipo. Supo sufrir, con un Freixas muy inspirado en la portería, y se aguantó bien ante el orgullo de Portugal, la primera selección que puede certificar que la nueva España ilusiona mucho.

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