Hugo González avisa para París: “Todavía puedo mejorar”
El nadador español, campeón del mundo de 200 espalda y plata en 100 en los pasados Mundiales de Doha, visita la redacción de AS para hacer balance de su doble éxito.
Los pasados Mundiales de natación en Doha (Qatar) refrendaron algo que llevaba tiempo cocinándose, y que realmente se veía venir: Hugo González (Palma, 25 años) ya es uno más en la élite mundial de la piscina y compite por las cotas más altas. Especialmente en espalda, estilo que domina y en el que, desde hace un par de semanas, es oro mundial en 200 y plata en 100. “Las cosas salieron muy, muy bien. Ha sido una combinación de una muy buena preparación y también de suerte, porque fueron carreras muy ajustadas que se decidieron por décimas”, valora con una sonrisa de oreja a oreja Hugo durante su visita a la redacción de AS, donde llevó las dos preseas que certifican el mayor éxito de su temprana carrera y de las que apenas se ha despegado en los últimos días, dedicados especialmente a celebrar que es el primer nadador español campeón del mundo desde Martín López Zubero en 1994.
“He estado unos días en Madrid, en casa, descansando y desconectando. Ahora poco a poco estoy volviendo a entrenar”, explica el mallorquín (aunque criado en la capital) antes de regresar hoy mismo a la Universidad de Berkeley, en California (Estados Unidos), donde tiene establecida su sede de entrenamientos desde 2018 a las órdenes de Dave Durden y al lado de compañeros como Ryan Murphy. Ha podido degustar su oro en 200 espalda y la plata en 100 espalda, pero la mente del español ya está puesta en el futuro, sobre todo para los Juegos Olímpicos (26 julio-11 agosto).
“No creo que esté en un pico de forma del que sólo pueda bajar”
Y él avisa. “Tenemos por delante meses de preparación, y todavía puedo seguir mejorando. No creo que esté en un pico de forma del que sólo pueda bajar. Si con cuatro meses de entrenamiento hemos hecho esto... Nos quedan cinco para París”, dice Hugo sobre la que será su tercera cita olímpica a pesar de tener 25 años recién cumplidos. Su espina es que se perderá la ceremonia de inauguración (compite el primer día), como ya le pasó en Río (su mejor resultado fue 16º en 200 espalda) y en Tokio (sexto en 100 espalda) porque compite al día siguiente. Pero lo primero es lo primero para el español, que nadará 100 espalda, 200 espalda y 200 estilos, además del relevo 4x100 estilos.
Cuando habla sobre su doble podio en Doha, González insiste en que se han hecho las cosas bien. Señala especialmente al entrenamiento en altura, algo que ha dado grandes resultados. “Pasamos más tiempo en altura, y también metimos más explosividad. Esto nos da confianza, sabemos que debemos trabajar en la misma línea. Pero todo con cabeza. No porque haya ido bien, ahora tenemos que pasar tres meses en altura. Cambiar cosas no merece la pena, y menos en un año tan importante como este”, señala el nadador.
Hugo, hace ya más de un lustro y cuando era triple campeón del mundo júnior, decidió continuar formándose en Estados Unidos, país en el que la natación presenta muchas diferencias en comparación con España. “Aquí la liga universitaria no tiene relevancia, mientras que allí es lo más, lo más seguido por los aficionados. Los mejores se forman en ese sistema, los grandes campeones salen de ahí”, cuenta el balear sobre los múltiples contrastes al otro lado del Atlántico. “Allí se nada bajo el sistema de yardas, por lo que las piscinas son más cortas. Es una forma de nadar mucho más explosiva, con menos volumen, menos tiempo... Pero mucho más intenso. Un 400, por poner un ejemplo, lo nado en 30 segundos menos”, relata antes de explicar que su camino, el de irse a EE UU, no es la única vía.
“Depende de las pruebas en las que se nade y la universidad a la que se vaya. Yo estoy a gusto, pero hay gente que no lo pasa bien. Pero es obvio que Estados Unidos es una potencia en natación, y es más probable que tengas éxito en un programa así que en España”, afirma sobre su caso. “La espalda la han dominado los estadounidenses durante los últimos años con medallas y récord. Pero, por ejemplo, Mireia (Belmonte) nada mariposa y ahí no han tenido grandes resultados”.
“Es más probable que tengas éxito en un programa como el de Estados Unidos”
El propio Hugo menciona a Belmonte, quien apura sus opciones para estar en París. Y se le pregunta si se siente cómodo con la etiqueta de sucesor de la catalana en la natación nacional. “Por suerte yo creo que no me ha afectado mucho, ha sido más de los aficionados. Yo sé que tengo otro camino, mi propio camino. Es un honor que me comparen con ella, y a mí no me afecta la presión”, dice sobre la que, hasta Doha, era la última española con un oro mundial (2017). Y, al igual que Mireia, González confía en inspirar a las siguientes generaciones. “Espero poder pasar mi experiencia, dar motivación a las jóvenes promesas, porque en unos años les toca a ellos”.
El calendario del campeón mundial hasta los Juegos Olímpicos todavía es incierto, con la duda de si acudir a los Europeos de Belgrado o a los Campeonatos de España antes de la cita olímpica. Pero el año olímpico de Hugo comenzó en Doha, donde acudía con el ánimo de preparar París, de la mejor manera posible. “Nunca había nadado tan rápido como ahora”, resume un Hugo González con mucho que celebrar.