¡Hugo es campeón del mundo!
En una estratosférica carrera, de menos a más, el mallorquín se cuelga el oro en los 200 espalda, el primero para España desde Mireia Belmonte en 2017, y para un hombre desde López Zubero.
“Doha va a estar muy bien para saber a qué nivel estoy en piscina larga en febrero”, confiaba Hugo González a AS antes de emprender, con una modestia que ni él imaginaba, la que iba a ser probablemente la aventura de su vida. Unos Mundiales de natación que le están situando entre lo más granado del panorama acuático universal. Porque, no conforme con la maravillosa plata obtenida en los 100 metros espalda, el mallorquín mostró sus colmillos afilados, su hambre, ambición, las ganas que tiene de comerse no sólo el mundo sino también los Juegos Olímpicos de este próximo verano. Y se colgó, este viernes por la tarde, un oro de descomunales dimensiones para la natación española. Sus ojos vidriosos en el podio son los del deporte que le admira.
Marcó sus ritmos casi cuándo y cómo quiso Hugo durante todo el recorrido de los 200 espalda. Porque había empezado dominando el suizo Roman Mityukov. Pero al español le gusta ir de menos a más, controlando, dosificándose, para asestar el zarpazo final. Sexto pasaba por los primeros 50, segundo era a mitad de carrera, tercero cuando sólo quedaba una piscina por recorrer y estratosférico, con un tiempo de 28.80, volaba en esos metros finales para colgarse el oro por delante del suizo y del sudafricano Pieter Coetze. 1:55.30. Nada que ver con las semifinales, y ni decir tiene que con unas series en que cumplió con su obligación de pasar ronda, decimocuarto. Quién lo iba a decir.
Ya clasificado para los Juegos en este doble hectómetro desde los pasados Mundiales de Fukuoka, como también en los 200 estilos, y en los 100 desde su mágica plata del martes, sobre el papel Hugo rubricará su actuación en este campeonato con la participación este sábado en los 50 espalda.
Sea como fuere, en lo que ya se ha convertido es en el segundo español que consigue dos medallas en pruebas de espalda en unos mismos Mundiales. El primero fue Martín López Zubero, que lo logró en dos ocasiones: oro en 200 y bronce en 100 espada en Perth 1991, y oro en 100 y plata en 200 espalda en Roma 1994. También es el primero que consigue dos metales para España desde los tres de Mireia Belmonte en Budapest 2017. Tremendísimo.
Mollá, premio a la constancia
Mención aparte merecen los Mundiales de Mario Mollá, que ya había sido sexto en el 50 mariposa, octavo en el 4x100 masculino, decimosegundo en el 4x100 estilos mixto y que en esta tarde de viernes se había apuntado también a la final del 4x200 masculino. Desde luego, la empezó de la mejor manera posible, marcando el cuarto mejor tiempo en las semifinales del 100 mariposa, 51.48 (24.00 al paso por los 50), por delante de una leyenda como Chad Le Clos.
Pero más importante aún que su posición, por detrás únicamente de Diogo Matos (51.30), Jakub Majerski y Simon Bucher en el camino a la final de este sábado, fue el hecho de que consiguió con creces la mínima olímpica, que se situaba en 51.67. De modo que estará en París, siguiendo la estela de Hugo y de un Carlos Garach que lo había logrado en los 800 libre.
Zamorano deberá recurrir al Open
Mucha más intriga le puso en la siguiente semifinal, la de los 200 espalda femeninos, una África Zamorano que pasó tercera de su serie por el ecuador de la carrera (1:03.50), que después bajó alguna posición pero que fue capaz de remontar hasta la cuarta, con un tiempo que no la situaba en París, 2:11.44 (la mínima está en 2:10.39), pero que la dejaba en el alambre de saber si se acabaría clasificando para una final en la que poder buscar de nuevo ese pasaporte.
Y la segunda semifinal, con colosas como una Claire Curzan que viene de ser campeona en los 50 y 100 de la especialidad, y que impuso un ritmo infernal para acabar con 2:07.01, anuló cualquier opción de la espaldista española, que finalmente fue decimoprimera, y que deberá confiar al Open de verano español su billete para acudir a los que serían sus terceros Juegos consecutivos.
Otro récord de España en 200 libre
Más apasionante no pudo ser el colofón de la jornada, con un equipo español de 4x200 metros libre que no se cansó de batir récords este viernes. Si por la mañana habían batido el de la prueba y Luis Domínguez le había arrebatado el de los 200 libre a César Castro, el extremeño lo recuperó por la tarde en una primera posta que concluyó en 1:47.01, al ritmo del lituano Danas Rapsys.
Siguieron Luis Domínguez (1:47.2), Sergio de Celis (1:48.3) y esta vez en la final nadó los últimos 200 metros el omnipresente Mario Mollá, en lugar de Carlos Quijada, para cerrar en un tiempo de 7:11.65, octavos del mundo.
Por la parte alta, la carrera no pudo estar más emocionante y disputada. Comenzó mandando Estados Unidos, con Luke Hobson y Carlson Foster. En la tercera posta, le aguantó como pudo aguantando Hunter Armstrong a Pan Zhanle. Y en la cuarta y definitiva David Johnston no sólo sucumbió ante Zhanshuo Zhang, sino que también lo hizo ante Sunwoo Hwang. De modo que el oro se lo llevó China (7:01.84), seguida de Corea del Sur y Estados Unidos.