Herrera y Gavira se resisten a que la edad pueda con ellos

Pablo Herrera (40) y Adrián Gavira (35) fueron dos de los jugadores más batalladores ante el injusto modelo diseñado por la FIVB para lograr la clasificación olímpica. Comprobado que la lucha era estéril por ahora, han vuelto a la competición y el domingo, en el Challenger mexicano de La Paz (capital de la Baja California), ganaron la medalla de oro, cinco años después de la que era la última, en Ostrava 2018, ante la pareja de Países Bajos en la final, y ante los brasileños en la semifinal.0

Herrera y Gavira forman la pareja más veterana (75 años) y longeva (14 temporadas juntos, desde 2009) del circuito internacional), con 161 torneos internacionales disputados. Pablo, el mayor, ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2004 (con Bosma de compañero) y ya lleva en su historial cinco participaciones olímpicas, mientras que Adrián ha estado en tres Juegos, siempre al lado de Pablo..

Este torneo de La Paz era especial para Adrián, que estuvo a punto de renunciar a la inscripción mexicana porque en la semanas anteriores falleció su padre (59 años). Arropado por su familia, decidió viajar con Pablo “y al ver que las finales eran el Día del Padre luché por honrar su memoria volviendo al podio, y que lo disfrutase allá donde esté”, comentó el jugador de San Roque, que sabe que tiene un año y medio complicado y difícil en un mundo de jugadores más jóvenes para tratar de ganarse el billete olímpico con Herrera. Sus ocho podios como pareja les impulsa a estar en París 2024.