Hacia aguas internacionales
El jefe nacional de entrenadores, Daniel Rodríguez, y Esther Briz y Aina Cid, un nuevo dos sin, hablan con AS antes de la primera Copa del Mundo de remo.
El año pasado fue un punto de inflexión para el remo español, que sólo cuenta con una medalla olímpica, la plata conseguida por Fernando Climent y Luis María Lasúrtegui en Los Ángeles (1984). El doble scull masculino, formado por Aleix García y Rodrigo Conde, fue plata en los Europeos y en los Mundiales; el dos sin timonel, con Javier García y Jaime Canalejo a los mandos, también fue medalla (bronce y plata, respectivamente) en las dos competiciones internacionales. “A nivel objetivo, con los datos de los entrenamientos y las pruebas realizadas, están muy bien, en mejores condiciones físicas que el año pasado. Están con un nivel técnico asentado y, en determinados aspectos, también mejor. En aquello que podemos controlar, considero que se ha aumentado el nivel. Luego, hay que corroborarlo en la competición. A nivel de datos, la conclusión es positiva”, dice el jefe de entradores del equipo nacional de remo, Daniel Rodríguez Verdú, sobre las dos embarcaciones. Habla con AS desde Zagreb (Croacia), donde hoy arranca (hasta el domingo) la primera Copa del Mundo de la temporada.
El equipo nacional, formado por diez embarcaciones, llegó a la ciudad croata el martes por la noche. El miércoles, ya entrenaron sobre sus aguas. Ayer, finalizaron la preparación para una competición que servirá, principalmente, como test para los Europeos de Eslovenia (Bled), del 25 al 28 de este mes. Es el primer gran objetivo del año. El segundo, y el de mayor envergadura, serán los Mundiales de Belgrado (Serbia), en septiembre, clasificatorios para los Juegos Olímpicos de París. “Tenemos el objetivo de estabilizar el nivel de clase mundial que conseguimos la temporada pasada. Los Mundiales empiezan en Zagreb, en el sentido de que ya es una competición internacional. Y las posiciones que quieres en los Mundiales se deben buscar desde las primeras regatas internacionales. Eso nos permite aprender y poder potenciar desde el primer momento los puntos fuertes, así como mejorar aquellos que más margen tengan”, explica Daniel, que ha observado una evolución generalizada dentro del equipo nacional.
La pretemporada ha ido tal y como se esperaba. Y eso son buenas noticias. No se han realizado grandes cambios, porque lo vigente funciona, y las expectativas son altas. “La metodología de entrenamiento ya está contrastada con los resultados de los últimos años. Por lo tanto, hemos seguido una línea de planificación muy parecida”, justifica el jefe nacional de entrenadores. Se han realizado concentraciones en Sierra Nevada, “que dan un plus a nivel fisiológico”, y el Campeonato de España de larga distancia fue la primera toma de contacto con la competición. A Zagreb, además de Jaime, Javier, Aleix y Rodrigo, también han viajado Caetano Horta y Manel Balastegui (LM2x), Dennis Carracedo y Antonio Díaz (LM2x), Jordi Jofre (M1x), Gonzalo García (M1x), Virginia Díaz (W1x), Aina Cid y Esther Briz (W2), Iria Jarama, Izaskun Echániz, María Fernanda Valencia y Olivia del Castillo (W4) y Rocío Lao y Natalia de Miguel (LW2x).
Cid y Briz, para pensar en grande
Por primera vez en la historia, el equipo nacional de remo acude a una cita internacional con, prácticamente, el mismo número de deportistas masculinos y femeninos. Dentro del segundo grupo, se encuentran Aina Cid y Esther Briz, que se estrenarán en un dos sin prometedor. Sólo llevan dos meses entrenando juntas, pero ya se entienden a la perfección. Todo fluye de forma casi natural. “Nos conocíamos, pero hay que tener en cuenta que hay una diferencia de edad considerable. Nos veíamos en concentraciones conjuntas de absoluta y sub-23, pero no éramos compañeras directas, nuestra relación ha empezado ahora. Me aporta una vitalidad y una energía que yo ya no tengo tanto”, dice Aina, de 28 años y diploma olímpico en Tokio y Río. “Ella tiene mucha más experiencia que yo en el bote en el que estamos remando y eso me da confianza y se agradece. Y yo creo que aporto otras cosas”, completa Esther, entre risas, de 22 y campeona del mundo júnior (W1x) y en remo de mar.
En la primera serie que realizaron juntas, los resultados fueron inmejorables. “A la hora de tomar decisiones, nosotros trabajamos con porcentajes comparativos respecto a los récords del mundo. En las pruebas que les hicimos a finales de marzo, su bote obtuvo un porcentaje idéntico al dos sin de Javi y Jaime”, revela Daniel. Miran a los Mundiales y más allá. “La ambición es máxima. Debemos apuntar a todo. En las competiciones que hagamos, al menos en las de preparación, el objetivo es quedarnos con buenas sensaciones y dar el 100%. En los Mundiales, nos interesa una buena posición para poder clasificarnos para los Juegos. Tenemos dos puntos determinantes, Mundiales y esperamos que Juegos. Quintando eso, cuanto más arriba, mejor, pero el objetivo es ir cumpliendo los tiempos correctos. Eso es lo que nos debe dar una buena base para trabajar. Con esos dos puntos, a soñar y a mirar hacia arriba”, se extiende Esther, con esa energía que tanto le gusta a Aina. Juntas, ponen rumbo hacia aguas internacionales.