Grecia se estrella contra el muro español

Sería injusto personalizar en un solo jugador la victoria de España contra Grecia (9-5), pero sin duda la actuación de Unai Aguirre fue decisiva. El español paró 11 de los 16 lanzamientos que recibió, con intervenciones excelentes en tiempo y forma, frenando cualquier tipo de remontada por parte de Grecia. Sin Ioannis Fountoulis, su capitán, la selección griega fue inferior a España, yendo todo el partido a remolque y que tuvo en su portero, paradójicamente, a su mejor hombre. Los españoles podrían perfectamente haber acabado el partido con una renta mayor. Con los cuartos superados, ahora espera Hungría en semifinales. Otro duro rival.

España arrancó con buen pie el partido. Anotó en la primera superioridad y se puso rápidamente 2-0 gracias a un gol de Cabanas. Empató Grecia, pero lo hizo primero mediante un penalti y luego en superioridad. En igualdad de condiciones, la defensa española fue muy difícil de superar. Y cuando lo hicieron se encontraron con Unai Aguirre. El portero español fue uno de los artífices de la victoria, con una actuación muy buena ya en el primer período: paró un penalti. Las tres asistencias de Perrone y los tiros de Munarriz mantuvieron la distancia de 2 goles (4-2).

Tras unos primeros ocho minutos muy sólidos, España jugó un pelín precipitada en el segundo cuarto. Grecia siguió buscando a sus boyas (bien defendidos) pero igualó en intensidad a España. No les brindaron ninguna superioridad, defendiendo bien y sin faltas (5-3).

Con el 6-3 de Perrone España gozó de hasta tres oportunidades para ponerse cuatro arriba. Y dispuso de esas oportunidades gracias a las paradas de Unai Aguirre, que recordarán seguro los griegos. Fallaron dos, pero Munarriz puso el 7-3 y encarriló el partido. Y no sentenció España porque, al igual que Aguirre, Limarakis, el portero griego, rayó a un gran nivel. Los palos, tres en el tercer período, también lastraron a España.

Con el partido perfectamente controlado los chicos de David Martín transitaron por el último período con pies de plomo, seguros de sí mismos y evitando cualquier atisbo de remontada griega (8-4). La incapacidad de los helenos de encontrar a su boya y las paradas de Unai Aguirre a los tiros lejanos cerraron la puerta a cualquier sorpresa. España está en semifinales.