Gimeno, del infierno a las alturas
El único representante español en los saltos desde 27 metros estuvo a punto de dejar el ‘high diving’ a finales de 2022. Persistió, y se planta en Doha como favorito a las medallas.
Tras una primera semana con seis metales, entre la natación artística y los éxitos inesperados de las aguas abiertas y los saltos, se ha estancado el medallero español en la recta final de los Mundiales de Doha, que este martes podrían vivir el séptimo podio, en la disciplina de ‘high diving’. O lo que es lo mismo, en los saltos de 27 metros en el caso de los hombres, donde la delegación estatal se presenta con un candidato a todo: Carlos Gimeno. Y eso que no tiene plataforma de esa altura desde la que entrenar en Madrid.
El canario, sexto el verano pasado en Fukuoka, aterriza en el mejor momento de su carrera. Que ya es mucho decir, teniendo en cuenta que hace poco más de un año se planteaba dejar los saltos. Y que en 2018, en Macao, a punto estuvo de perder la vida en un entrenamiento mal ejecutado. El pasado septiembre, se convirtió en el primer español campeón en una prueba de Cliff Diving del circuito de Red Bull, en Mostar, acabó subcampeón en el global de la Copa del Mundo de 2023 y hace sólo un par de semanas se marcaba un bronce en la competición de Nueva Zelanda. Este martes, a partir de las 12:00 (hora peninsular española) iniciará unas semifinales en las que estarán los tres medallistas de los anteriores Mundiales: los rumanos Constantin Popovici y Catalin Preda (Rumanía), y el francés Gary Hunt.
“A finales del 2022 estaba bastante desilusionado con el esfuerzo que hacía y que no veía lo resultados esperados y pensé en tirar la toalla y retirarme”, reconocía Gimeno recientemente en sus redes sociales, sabedor entonces de que sólo elevando los saltos a un nivel al alcance de muy pocos, subiéndose al podio, podría seguir en el circuito profesional.
“Pero algo dentro de mí me decía que lo intentara una vez más, la última. Sabía que si no lo intentaba esa última vez me iba a arrepentir toda mi vida”, relataba. Y lo logró. Con tres podios en 2023 y siendo ya este año saltador permanente de la marca de bebida energética que sostiene esta disciplina, no olímpica. “En el camino hubo dolor, hubo lágrimas, hubo momentos que quería abandonarlo todo pero… no me rendí y luché hasta el final y conseguí todo lo que me propuse”, zanjaba Gimeno, quien entre este martes y la final del jueves, se ha propuesto otro reto mundial.