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JUDO | MUNDIAL

Julia Figueroa, de Valencia a Taskent, con París en el horizonte

La cordobesa llega como la octava mejor judoca del mundo y competirá mañana en su categoría de -48 kg por subirse, de nuevo, al podio.

La judoka española Julia Figueroa en una imagen de archivo.
Ken IshiiGetty Images

Este jueves dará inicio en Taskent (Uzbekistán) el Mundial de Judo (medallas desde las 14:00 en Eurosport y TDP), la competición más importante en lo que va de año y en la que las posibilidades españolas pasan, entre otros nombres, por el de Julia Figueroa (Córdoba, 31 años). La judoca andaluza, perteneciente al Valencia Club de Judo y que entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Valencia, ya estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Río y Tokio y afronta este Mundial con una motivación extrema. En declaraciones para AS, la cordobesa ha dejado claro que buscará repetir el éxito del pasado Mundial, donde logró hacerse con la medalla de bronce en Budapest.

“Tengo muchísimas ganas de viajar, de subirme al tatami y de empezar la competición. Llevamos unos meses más relajados y el cuerpo pide competir”, confesaba antes de llegar a la ciudad uzbeka. La cordobesa, que participa en la categoría de -48 kg, llega a la cita mundialista como octava del mundo, por lo que las opciones de lograr alguna presea son reales, aunque ella lo ve como una nueva oportunidad de enfrentarse a las mejores del mundo y sin añadirse “presión extra”. “La competición dura un día por lo que hay que estar muy pendiente de que todo salga bien y evitar fallos y cargas innecesarias. Cuando hay competición cerca adaptamos los entrenmientos: menor peso, recortando horas...”

Figueroa cuenta también con otros tres bronces europeos (uno en los Juegos Europeos y dos en campeonatos de Europa), el último, obtenido este mismo año en Sofía, la consolidaba un año más como una de las mejores judocas del viejo continente. Además, este Mundial se presenta para ella como una oportunidad más que como una obligación, y es que, tras subirse al tercer escalón del podio el pasado año, la presión se difuminó, convirtiéndose en liberación. “Siempre he rendido bien en las competiciones, pero cuando llegaba un Mundial o Europeo, siempre fallaba algo, así que cuando logré el bronce europeo fue una liberación a medias y cuando conseguí el año pasado el bronce mundial ya fue total. Supuso el darme cuenta de que si ya lo he logrado una vez, puedo volver a hacerlo”.

Afición por el judo

El tatami siempre ha formado parte de la vida de Julia y es que, con cuatro años, lo practicó por primera vez en su colegio, donde entre fútbol e inglés, ella prefirió la tercera vía: el judo, al que lleva ligado más de 25 años. La pasión por el deporte, le acompaña desde bien pequeña y como ella misma cuenta, los Juegos siempre han sido un sueño que se ha convertido en una realidad. “En los Juegos de 2004 y 2008 me veía cualquier deporte, me daba igual, y siempre pensaba ‘sería un sueño participar en unos algún día’, pero nunca me imaginé que pudiera convertirse en realidad”.

Tras despuntar en categorías inferiores, desde cadete (sub 17) a júnior, logrando varias medallas en competiciones internacionales, la andaluza decidió poner rumbo a Valencia, donde quería inicia su andadura profesional y con ello competir con las mejores judocas del planeta en categoría absoluta.

Camino olímpico

De reojo, Figueroa tampoco se despista de la clasificación olímpica, que en judo consta de dos años, teniendo en cuenta los resultados obtenidos por las judocas durante ese período. “La clasificación es muy complicada ya que requiere de mucho esfuerzo, viajes y competencia, por lo que hay que estar a tono prácticamente todo el año. Además, la Federación Internacional ha cargado muchísimo este ciclo olímpico y hay competiciones casi todo el tiempo”. Julia llegó a Río como número cuatro del mundo en su categoría, hasta ahora su tope personal, y donde las expectativas “eran muy altas”, pero tras un combate complicado, la española cayó en cuartos de final.

Pese a ello, Julia es ya una deportista experimentada y es conocedora de que la oportunidad “puede llegar en cualquier momento”. Con estas credenciales, Julia Figueroa se presenta en Uzbekistán con la posibilidad de volver a colgarse un metal mundialista un año después. Junto a ella, irán, en el cuadro femenino: Laura Martínez (-48 kg), Cristina Cabaña y Sarai Padilla (-63 kg) y finalmente Ai Tsunoda en -70 kg. Por el lado masculino estarán Fran Garrigós (-60 kg), Alberto Gaitero y Adrián Nieto (-66 kg), Salvador Cases (-73 kg), Alfonso Urquiza (-81 kg), Tristani Mosakhlishvili (-90 kg) y Nikoloz Sherazadishvili (-100 kg), que buscarán estar en las rondas finales de este Mundial de Taskent.