España termina su gira en Marruecos con un empate balsámico

Muy pocas conclusiones positivas pudieron sacarse de la derrota por 4-2 ante Marruecos en el primero de los amistosos que la Selección Española tenía programados en Rabat. Este martes, La Roja mejoró notablemente sus prestaciones para firmar un balsámico empate (3-3) que deja buen sabor de boca de cara a lo que está por venir, a pesar de las lesiones de Sergio González (muscular) y Rivera (tobillo). A España le restan dos concentraciones previas a la Eurocopa de Eslovenia, Letonia y Lituania (21 de enero al 7 de febrero), en noviembre contra Italia y en diciembre frente a Serbia, y saldrá ligeramente reforzada tras lo visto hoy sobre el 40x20, una lucha igualada, de poder a poder, entre dos de las mejores selecciones del planeta.

48 horas de reflexión tuvieron tanto Jesús Velasco como sus jugadores para enmendar los errores que les condujeron al tropiezo el pasado domingo en Rabat. Marruecos, equipo de un enorme talento individual y de energía infinita, saltó a 40x20 con el mismo plan. España, al fin, fue más contundente en tareas defensivas y al margen de alguna intervención tanto de Chemi como de Antonio Navarro (primeras internacionalidades con la Selección en estos amistosos) no sufrió en exceso.

La posesión, eso sí, fue casi un monopolio marroquí, hasta que España empezó a asomar la cabeza a partir del minuto 11. En aquel entonces apareció Antonio, que con una diagonal se hizo hueco para el disparo. Su misil iba dirigido cerca de la escuadra, pero un felino Bensellam sacó una mano prodigiosa para mandar la pelota a córner. La polémica llegó justo después, cuando Diego Sancho cayó en el área por un agarrón que los colegiados no consideraron suficiente para señalar la pena máxima, aunque más se lamentó España por la pintiparada ocasión de Gon Castejón, cuyo disparo ante el arquero en el interior del área se marchó por encima del travesaño.

Al filo del descanso todavía hubo tiempo para que llegasen los goles. Como el pasado domingo, Marruecos abrió la lata con un golazo espectacular, digno de alguno de los mejores pívots que ha dado la historia de este deporte. Amazal se acomodó un balón largo con el pecho y de espaldas a portería ejecutó una volea impresionante que Antonio no pudo tapar ni Navarro desviar. Quedaban tres segundos para tomar rumbo a vestuarios cuando un saque de banda originó el empate español de la forma más inverosímil. El disparo de Dani Zurdo se envenenó por el toque del propio Amazal, que se había tirado al suelo para taponar el envío. Sin pretenderlo, el marroquí generó una parábola perfecta que acabó en el fondo de las mallas.

La segunda mitad arrancó eléctrica. Eso se tradujo en un intercambio de goles a los pocos segundos del saque de centro, con el 2-1 marroquí por parte de Bakkali tras una mala conducción de Dídac fuera de sus dominios. La respuesta española fue inmediata, con una rápida transición ofensiva que finalizó Gon Castejón de puntera para materializar su primer tanto con La Roja. El tramo final del encuentro fue un correcalles que resultó en combate nulo. De un saque de banda, Antonio puso por delante a España por primera vez en estos dos compromisos en Marruecos con una precisa volea, pero El Mesrar puso el definitivo 3-3 desde el punto de penalti tras una mano cometida por Tomaz.

En los últimos instantes, el seleccionador marroquí fue el único que decidió introducir portero-jugador para buscar la victoria, pero el luminoso no cambió. Próxima parada: el sorteo de la fase final de la Eurocopa que tendrá lugar el 24 de octubre. Ahí, por razones obvias, España no se encontrará con una Marruecos que se ha convertido en su bestia negra, después de dos derrotas y un empate en sus últimos tres duelos. Mejor.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí