España se viste de bronce

España se viste de bronce. Una sufrida y trabajada victoria ante una correosa Argentina que logró el empate a cinco minutos del final, pero La Roja reaccionó para acabar goleando y colgándose un agridulce bronce. Un tercer puesto merecido para despedirse del Mundial con un metal en el cuello. Un premio de consolación para La Roja.

Argentina salió muy intensa, correosa y defendiendo muy bien. Pero España tenía el control del esférico y del tempo del partido. Las ocasiones empezaron a llegar por medio de Laura Córdoba e Irene Samper que obligaron a D’Andrea a empezar a lucirse. Porque la guardameta de la albiceleste fue la mejor del equipo.

España movía el balón, llegaba con facilidad, pero le faltaba matar. Porque el balón no entraba a pesar de todas las llegadas de La Roja. Hasta que a los cinco minutos, Ale de Paz mandó un obús desde la frontal en un libre directo que superó a la guardameta argentina y puso por delante a España.

El tanto despertó a una Argentina que empezó a tener más control. Villalba, de hecho, a punto estuvo de poner el empate de no ser por la gran intervención de Elena. La albiceleste dio un paso adelante, aunque España podía matar con más espacios, pero, de nuevo, faltaba precisión en el último cuarto para poner tierra de por medio.

La segunda mitad se dio el mismo guion. Argentina estaba viva en el partido y sabía que tendría su oportunidad si no dejaba a España matar. Y, entre el trabajo de las argentinas y la poca precisión de La Roja de cara a portería, los minutos pasaban con incertidumbre en el marcador. España dejaba viva a Argentina y esta lo aprovechó.

Sacó a falta de cinco minutos portera jugadora y, en pocos minutos, con España metida defendiendo la superioridad argentina, llegó el empate. Mailén Romero le pegó desde fuera del área con mucha intención y sorprendió a Elena en el primer palo. Unas tablas que hizo reaccionar con rabia a España.

Porque Argentina vio una vía de agua. El ataque con portera jugadora le había funcionado y volvió a apostar por ello. Pero Laura Córdoba interceptó un pase y, desde su campo, mandó el balón al fondo de la red con la portería vacía. Argentina siguió arriesgando y, esta vez Antía Pérez, fue la que encontró la portería vacía para anotar el tercero.

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Y en la recta final, la guinda. Irene Córdoba remató a gol una asistencia de María Sanz para anotar el cuarto y colocarse líder en solitario con siete tantos en la carrera por la Bota de Oro. Y Laura Córdoba no falló en otro robo a portería vacía para subir el quinto de definitivo. España se viste de bronce y acaba el primer Mundial como la tercera mejor selección del planeta… El título fue para una intratable Brasil, que derrotó por 3-0 a Portugal.

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