España se exhibe para llegar como siempre puntual a su cita

Para el ojo ajeno, puede parecer hasta rutina, un mero trámite. Pero hay datos que desnudan a las claras el histórico mérito de la Selección masculina de waterpolo: la única que jamás falla a su cita con las semifinales de los grandes campeonatos, la única que desde 2018 se ha situado siempre entre los cuatro mejores de Europeos, como es el caso, Mundiales, Juegos Olímpicos, Liga Mundial, World Cup… Legendario. Y este viernes lo consiguió por décima vez consecutiva, al imponerse plácidamente a Rumanía en los cuartos de final de un torneo continental que, paradójicamente, no ha conquistado nunca. Se le resiste. Veremos si sólo hasta el próximo martes. El premio adjunto, un billete a París 2024, ya no llegará en ningún caso antes, sólo siendo campeones o, en el mejor de los casos, finalistas.

Tenía clarísimo el equipo de David Martín, el artífice de esta época dorada, que debía ahorrarse en la medida de lo posible los sofocos sufridos hasta los minutos ante Francia (9-6 en la fase de grupos) frente a un combinado rumano que, si bien venía de ganar sus cuatro partidos en este Europeo y de eliminar con autoridad a Georgia (18-11), precisamente llegaba mucho menos descansado por haber disputado esos ‘crossovers’ el jueves por la noche. Y tan a por faena fue que ya mandaba por un contundente 6-2 al final del primer cuarto.

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Tardó 48 segundos Álvaro Granados, quién si no, en inaugurar el marcador en un contragolpe individual más propio de otros deportes. Ya había alcanzado un ‘hat-trick’ el goleador español cuando no habían transcurrido ni seis minutos. Pero la fiesta –incluso para los descartados Biel Gomila y Alberto Barroso, que lo disfrutaron desde la grada– fue grupal. Pronto se estrenaron Roger Tahull, Alberto Munarriz, Bernat Sanahuja y Felipe Perrone para ir ampliando una ventaja que sólo Andrei Tepelus y sobre todo David Belenyesi evitaban que fuera escandalosa.

Radicaba la gran diferencia en los ataques, pero sobre todo en las defensas. La española, muy estirada para salir a la contra, anuló a Vlad Luca Georgescu, Silvian Colodrovschi y Tudor-Andrei Fulea, que llegaban al choque con una suma de 29 tantos entre los tres. Sólo el primero de ellos había anotado uno al descanso, cuando ya era demasiado tarde. La zaga rumana, sin embargo, estuvo mucho más contemplativa que agresiva, de modo que sólo los palos y Marius-Florin Tic evitaron aún más goles.

Mostraba el 10-4 en la media parte de Zagreb una dinámica semejante al 15-7 que ambas selecciones habían protagonizado el pasado 20 de diciembre en el torneo de preparación de Budapest, la Copa BENU. Pero esta vez iba en serio. Y al medio minuto del tercer cuarto, en que Edu Lorrio y Eduar-Mihai Dragusin renovaron las porterías, Tahull puso aún más tierra de por medio ante una Rumanía que agotaba las posesiones sin disparar, como si ya el partido no fuera con ellos.

En estas que Munarriz puso el 12-4. Y Granados, otro más, y ya iban cinco, antes de asistir a Sanahuja. Un parcial de 4-0 que detuvo, por así decirlo, Levente Vancsik. Y que volvieron a ampliar Biel Gomila y Marc Larumbe, éste en la ejecución de un penalti. Otro metió Granados, su sexto gol en el encuentro, el 17-5 que cerraba el tercer cuarto. Parcial descomunal de 7-1.

Bajaron enormemente las pulsaciones en el cierre, pero no por ello la inercia realizadora de una España con números descomunales. Tahull y Sanahuja llegaron a su póquer de goles, hicieron los de la honrilla Colodrovschi y Andrei-Radu Neamtu, y sumaron Álex Bustos, Larumbe, Sergi Cabanas y Munarriz hasta alcanzar el definitivo 24-7. Increíble diferencia de 17 goles en unos cuartos de final.

Ahora le restan dos peldaños. Para conquistar el Europeo y para obtener el único billete para los Juegos Olímpicos de París que concede este campeonato. La victoria de Croacia este viernes ante Grecia (13-8) impide que España obtenga el pasaporte siendo tercera, sólo le vale llegar a la final y, en caso de que los croatas fueran el otro finalista y no Hungría (ya clasificada), ganarla. Pero antes, este domingo, deberá España superar a Montenegro o Italia, que este viernes a las 20:15 libran su batalla en los últimos cuartos de final.

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