España rema a contracorriente en Croacia, pero se queda en la orilla

Se apuntó en el último instante Croacia a albergar un Europeo masculino que debería de haberse celebrado en Israel (y en otoño), para tenerlo todo a favor de revalidar su título continental. Ante más de 3.000 espectadores en el templo del Jug, Dubrovnik, la perla del Adriático, no defraudaron los vigentes campeones, que se acabaron llevando una victoria crucial también para quedar primera de grupo y aclarar asimismo su camino hacia el billete olímpico. Pero ni mucho menos disgustó España. Sólo en la tanda de penaltis sucumbieron los de David Martín en un partidazo en que habían dominado hasta los cuatro minutos finales.

Más de cuatro minutos tardó en llegar el primer gol, y fue de Loren Fatovic al aprovechar una superioridad por exclusión de Felipe Perrone, ex del Jug. Habían tenido antes el gol el propio capitán español y Álvaro Granados, pero a ambos se les resbaló la pelota en el momento más inoportuno. Otra expulsión temporal, la de Alberto Munarriz, supuso el 2-0 de Jerko Marinic-Kragic, a quien respondió otro goleador implacable, Granados, reduciendo distancias al final del primer cuarto, también en superioridad y tras la roja a Zvonimir Butic.

Sólo con hombre de más caían los goles, como el 3-1 de Rino Buric sin Álex Bustos, el 3-2 de Perrone en ausencia precisamente de Buric, el empate a tres de Bernat Sanahuja tras la expulsión de Luka Bukic, el cuarto de los anfitriones, obra del ruso nacionalizado Konstantin Kharkov y de nuevo el 4-4 de Granados, un auténtico misil que Marko Bijac ni vio venir.

Sin embargo, la primera ventaja para España en todo el partido, que llegó a 1:49 para el descanso, fue en igualdad y fruto de un gran contraataque culminado por Munarriz. Con la misma estrategia, de salir rápido tras un fallo de los croatas, convirtió Marc Larumbe el 4-6, en un parcial de 0-3 para la Selección.

Y pudo ampliar diferencias el mismo Larumbe con un tiro que se topó con el larguero, pero nada más lejos de la realidad: al contragolpe, Granados tuvo que jugarse la expulsión, de lo que sacó petróleo Marko Zuvela para el 5-6. Otra superioridad, para volver a las andadas, aprovechó Sanahuja para anotar en el palo corto de Bijac. Y la enésima la convirtió Bukic. Pero los croatas tuvieron un descuido letal en un momento psicológicamente decisivo, al final del tercer cuarto, que con Perrone no podía acabar sino en gol. Un valiosísimo 6-8 para España.

Parecía que la victoria se encaminaba, sobre todo después de que Unai Aguirre irrumpiese imperial ante Kharkov al inicio del último periodo, pero acto seguido Bukic puso el 7-8, y ante la expulsión (tercera y definitiva) de Sanahuja, Matias Biljaka empató para Croacia. Aun así, no le tembló el pulso a España, que volvió a avanzarse mediante Larumbe.

Esta vez sin superioridad anotó Fatovic el 9-9 con el que el tramo final se haría apasionante, vibrante, en el infierno de Gruz, y en el que tuvieron Larumbe como Blai Mallarach dispusieron sin éxito de opciones para marcar el gol de la victoria en el tiempo reglamentario. Así que, tal como había ocurrido en el otro encuentro del grupo, el Montenegro-Francia –con 20-19 para los balcánicos tras un 10-10 en acción–, el partido se tuvo que decidir en la tanda de penaltis.

Y ahí se decantó la balanza a favor de una Croacia que no falló ninguno de sus lanzamientos de penalti, el definitivo de Zuvela, a pesar de que David Martín había intentado dar un golpe de efecto con un cambio de portero sobre la marcha, de Aguirre a Edu Lorrio. Sí falló para España quien habitualmente nunca lo hace, el ‘killer’ Granados. Deberá la Selección imponerse este sábado a Montenegro y hacer lo propio el lunes contra Francia.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.