España regresa a la “capital del contacto” con el Europeo de rugby en juego
Los Leones juegan su primera final del REC desde el cambio de formato, con un título en juego que nunca han ganado en un contexto tan competitivo.
Ganar, la guinda a un pastel que incluye ya de antemano la clasificación mundialista y la primera presencia en la final del Campeonato de Europa desde el cambio de formato, con la posibilidad de alcanzar un título inédito en un contexto tan competitivo como este (no lo era ni mucho menos el del Torneo FIRA conquistado en 1997), o perder, sencillamente lo lógico, será lo de menos este domingo (13:00, TDP) en la final del certamen continental que enfrentará a la selección española de rugby con Georgia (sí contará el resultado, en la medida en que será síntoma o no de progreso respecto al envite previo de la fase de grupos).
El interés real estará en comprobar si los Leones son capaces de dibujar un escenario de largo recorrido en Tbilisi, de mantener la incertidumbre hasta las postrimerías del encuentro en lo que Pablo Bouza definió este sábado con precisión como “la capital del contacto”. Allí acude con el núcleo duro de las últimas convocatorias, las posteriores al crucial duelo contra Holanda de hace mes y medio que supuso la primera piedra en el camino a Australia 2027. Sin los Merkler, Zabala, Usárraga y compañía, a los que disculpó por distintos motivos (simple negativa en el primer caso, bajas en su posición en Pau en el segundo, necesidad de descanso en el tercero), sin un Ezeala que ni está ni se le espera (“Tuvimos una disputa muy fea con el club. De lo más feo que vi en el rugby”, afirmó el seleccionador), pero con un grupo que amerita respeto por mor de sus resultados y que generó ilusión en el triunfo de semifinales contra Portugal, en el fondo y en la forma.
“Hay que mejorar la defensa. Nos hicieron 60 puntos. No podemos darle la pelota a ellos para que corran. Tenemos que tener más posesión y no tener conductas innecesarias que tuvimos en los primeros 20 minutos en el Central”, delinea el plan de partido Bouza, que estos días se ha afanado en trabajar una mentalidad fría y una disciplina férrea, dos componentes echados en falta en el enfrentamiento de hace unas semanas. “En cuanto a lo mental, que es una final y hay que aprovechar el guion que hicimos contra Portugal. Los problemas de Georgia en el anterior partido fue que no estuvimos presentes en la semana y estábamos pensando ya en terminar las cuatro semanas de preparación de Holanda. Respecto al juego, mejorar mucho en muchas facetas, no darles tries fáciles como en el Central. Y después tener la confianza de poder atacar. Después el contacto. Venimos a la capital del contacto, y creo que en ese sentido el equipo está mucho mejor”, resumió el enfoque.
En cuanto al rival, esta vez se prestará más atención a su cada vez mayor vocación expansiva y a argumentos quizá subestimados en el Central como Niniashvili y Tabutsadze: “Tienen un equipo muy completo. Estarán muy agresivos en defensa y van a salir a jugar. Su objetivo es ser Tier 1 y saben que no les alcanza con el maul. Si el partido está parejo irán a eso, pero están intentando desarrollar juego”, analiza de un equipo que incorpora esta vez a jugadores importantes como Lobzhanidze, Saginadze o Gorgadze. Con las ideas tan claras como el pronóstico lógico, saldrán a jugar los Leones con poco que perder y mucho que ganar.
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