España mete al equipo en los Juegos aunque Andrea Fuentes le birla el podio

En los calentamientos de los Mundiales de Budapest 2022, por tanto hace ya un año y medio, se empezó a gestar el Aladdín. El ejercicio con el que ya entonces se visualizaban Mayuko Fujiki y su inmenso equipo en Doha y se focalizaban en un objetivo, más allá incluso de los éxitos históricos –siete medallas– que les depararían los siguientes Mundiales de Fukuoka: los Juegos Olímpicos. Y la línea de meta de ese largo viaje, sin genios de la lámpara ni alfombras voladoras, pero sí con un derroche de trabajo y talento maravillosos, la cruzaban este viernes: España, que el jueves ya había obtenido el billete en dúos, tendrá en París también a su equipo. El asterisco es que no pudo rubricarlo con una nueva medalla, ya que igual que el pasado verano acabó cuarta, a las puertas del podio.

Lo que sí culmina con esta extraordinaria rutina libre el equipo español es una inolvidable semana que había comenzado en el Aspire Dome qatarí con la quinta plaza en su debut en el ejercicio acrobático y que siguió con la excelsa plata en técnica, además del bronce de Iris Tió y Alisa Ozhogina en el dúo técnico y de la plata en el solo libre masculino de Dennis González, designado justo en el preámbulo de este viernes –sería premonitorio de una gran matinal– mejor nadador artístico de 2023 por World Aquatics y que aún este sábado tiene otra final pendiente junto a Mireia Hernández.

Para cuando se zambulleron en la piscina para ratificar su objetivo, las españolas ya sabían del enorme papel de los Estados Unidos de Andrea Fuentes (304.9021) con su homenaje al agua, la buena puntuación de Italia (282.4312), y asimismo que otras rivales por la plaza olímpica se habían quedado atrás de esas notazas, como Canadá (263.3980), Israel (259.3188) y una histórica Ucrania (233.4021, fruto de tres ‘base marks’) que no estará en París.

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Y así, con su característica pasión, y con la mayor carta de dificultad de todos los finalistas (56.7000, y eso que Mayu quería ir a lo seguro en estos Mundiales), se sumergió España en las danzas árabes para arrancar 302.8228 puntos, que por lo pronto ya les aseguraba el billete olímpico. Lo hicieron Cristina Arámbula, Berta Ferreras, Marina García, Txell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Sara Saldaña e Iris Tió. Y, tras ellas, cada minuto de entrenamiento, esfuerzo, sacrificio.

Situadas en segunda posición provisional a falta de dos contendientes, llegaba el momento de los auténticos nervios por el podio. El de ver, oír y esperar. Entraba en acción el equipo de Japón, segundo en preliminares, que con su soberbia actuación se ponía primera (315.2229) y desplazaba a España un peldaño abajo. Sólo quedaba por participar la China de Anna Tarrés, inmensa favorita, que como tal cumplió con todos los pronósticos para llevase con una distancia sideral (339.7604 puntos) un nuevo oro. El que deberá combatirles el equipo español en los Juegos.