España hace los deberes ante Moldavia en su primera toma de contacto hacia el Mundial

Sendos 7-0 imperaron en el marcador en sus dos duelos previos y ayer estuvo a punto de repetirse la historia. Y es que España inició su camino hacia el Mundial de fútbol sala de 2024 con otro contundente triunfo (7-2) sobre una voluntariosa, pero carente de calidad, Moldavia a la que dominó de principio a fin, a pesar de no despejar dudas sobre una falta de contundencia defensiva que sigue ensombreciendo el buen trabajo ofensivo del equipo. Una vez más, Sergio Lozano, el capitán, fue el timón de la Selección para, con un doblete, encarrilar los tres primeros puntos de España en un Grupo 1 en el que, además de Moldavia, deberá medirse con Chipre para cerrar su pase a la Ronda Élite que otorga el billete para la fase final del torneo.

La polémica pudo llegar a las primeras de cambio, cuando en el primer minuto de juego, una clara falta sobre Sergio Lozano permitió un contraataque moldavo que estuvo cerca de acabar en gol. No obstante, el Búfalo no tardó en vengarse. En el 3′, un robo de Antonio Pérez habilitó en banda a Mellado, que a placer asistió a Sergio Lozano para que fusilara de primeras la meta rival desde la frontal del área. Las ocasiones españolas fueron una constante frente a una Moldavia que hacía aguas por todas partes. Adolfo, de taconazo tras una pérdida moldava, envió el balón al poste, lo que lamentaron rápidamente los chicos de Fede Vidal con el empate de Obada: diagonal a pierna cambiada y derechazo ajustado. Un disparo a puerta, un gol. Moldavia se vino arriba, pero para fortuna de los nuestros, apareció la pizarra para recuperar el control: rápida combinación entre Mellado y Lozano a la salida de una falta y misil teledirigido de Chino al fondo de la red. Antes del descanso hubo tiempo para abrir hueco y, ante la falta de brillo colectivo, España volvió a tirar de estrategia. Al recibir un saque de banda, Adolfo no se lo pensó dos veces y chutó directamente a puerta, sorprendiendo al arquero moldavo.

Con el 3-1 favorable a España arrancó la segunda mitad porque el arquero visitante así lo quiso, ya que a base de paradas mantuvo a los suyos metidos en el partido. Los moldavos repitieron su plan inicial, con un juego directo entre portero y pívot para suplir sus carencias en la parcela de creación. El 4-1 de Pol Pachecho, en una jugada que se resolvió a trompicones, no terminó de sentenciar el choque, ya que un intercambio de goles entre Boyis y Tacot (Dídac quedó vendido por una pérdida de Lozano) trajo consigo minutos de incertidumbre. Finalmente, Moldavia colaboró para la causa con un absurdo penalti por mano que transformó Lozano y Raúl Campos redondeó la goleada a un par de segundos del final con un remate lejano tras el saque de un córner. El primer paso hacia el Mundial ya está dado...