España es una ametralladora

El vestuario de España tras su victoria ante Nueva Zelanda no parecía el de un equipo que había logrado una goleada abultada. “Vi a todo el mundo callado y les he dicho que tampoco era para eso. ¡Que hemos ganado 7-1! Somos líderes de grupo, estamos en una buena situación...”, cuenta Catela. El problema es que la Selección sentía que el triunfo podía haber sido muchísimo más abultado, algo importante cuando todo apunta a que la diferencia de goles va a ser clave en un hipotético cruce de octavos de final más ‘amable’. Habían realizado... ¡108 tiros!, récord de la cita. Es decir, marcaron un gol por cada 15,5 disparos. Eso se une a que en el empate ante Kazajistán (1-1), realizaron otros 54 y sólo anotaron un gol. En total, 163 (la que más del Mundial), 55 de ellos a puerta y España lleva ocho goles.

“Era cara de incredulidad”, matizaba Raúl Gómez, que aseguraba no recordar nunca una avalancha parecida. “Cuando vi en el marcador esa cifra de tiros... desde luego que podíamos haber marcado más goles”, se sinceraba Catela. No obstante, todo depende de la calidad de esos disparos, la posición, en qué situaciones... pero el dato es llamativo. Por comparar, Brasil ‘sólo’ necesitó 62 disparos (26 entre los tres palos) para meterle 10-0 a Cuba o 44 (19 a puerta) para hacerle ocho (8-1) a Croacia. A menos de seis disparos por gol. España necesita seis tiros más que la ‘verdeamarelha’ para celebrar un tanto. Portugal realizó 61 (23 en dirección a gol) para hacerle otros 10 a Panamá y Tailandia, 41 (18) para otra decena a Cuba (10-5).

Ampliar

“Cuando ves que fallas tantas ocasiones, te empiezas a precipitar... Pero es que si tienes el día tonto, empiezas a darle a los postes, rechaces...”, analiza Gómez. El capitán Raúl Campos también daba su opinión de lo que había pasado: “Somos muy exigentes y claro que podíamos hacer más goles. Creo que ante Nueva Zelanda nos precipitamos, tuvimos ansiedad. Hablamos de que eso no debía afectarnos, que teníamos que tener la cabeza limpia y cambiamos en la segunda mitad”.

Aunque el seleccionador, Fede Vidal, daba otro punto de vista: “Nosotros no analizamos las estadísticas en ese sentido. Vemos que se han generado muchas ocasiones y que eso ha pasado porque hemos tenido un gran nivel defensivo”. Para el técnico, si las cifras son tan llamativas es porque son capaces de “recuperar el balón de forma rapidísima”. Y es que una de las lecturas más positivas que se hace es que cuando España sube el listón defensivo, eso ayuda mucho a atacar desde la defensa. Porque en el seno de la Selección la sensación es que el camino a seguir no es muy diferente... si se calibra el punto de mira.

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