España es de bronce

No ha sido el oro de la selección femenina, pero el bronce que ganaron los chicos ante Italia (7-6) no es un premio agridulce. Es una recompensa a un campeonato de Europa brillante, donde han vuelto a demostrar que son una de las selecciones más importantes del mundo y en el que solo algunas lagunas en la semifinal les han privado de luchar por un metal de mayor entidad. España volvió a demostrar que Unai Aguirre es un muro en la portería, que defendiendo como bloque son difícilmente superables y que en ataque cuentan con multitud de recursos. Un cóctel que solo conduce al éxito.

Se las prometía muy felices España al inicio del partido tanto por el resultado (3-1 en el primer cuarto) como por lo visto en la piscina. El combinado nacional encontró los huecos en ataque y cerró al defensa, encajando un solo gol de penalti. La selección italiana pareció adormecida, jugando a remolque, y sin ser capaz de disputarle la iniciativa a España. Famera, Bustos y Barroso, siempre en superioridad, otorgaron la delantera a los de David Martín.

Parecía un partido controlado, sin mucho ritmo, con los italianos obligados a tirar desde posiciones poco cómodas y a valerse de calidad individual para superar a Unai Aguirre. Lo logró Damonte con una excelente vaselina antes de que Italia logrará empatar (3-3). España no sumó un solo tanto en todo el cuarto, falta de ideas ante la mejor defensa italiana. Con poco se metió Italia dentro del partido.

Le sentó bien el descanso a España, que volvió a ponerse por delante (6-4) gracias a Marc Larumbe, Granados y Sanahuja. Mejoró mucho la selección en ataque, pero la ventaja se cimentó, como tantas veces en este campeonato, en las acciones de Unai Aguirre. El joven portero dio un recital de paradas de todos los colores, que permitieron a sus compañeros tener más margen en ataque. Pero Italia, esta Italia, en ningún momento estuvo muerta. Sino todo lo contrario.

Con el 6-6 (el primero, otra vez, de penalti) a España le crecieron las dudas. Roger Tahull tuvo hasta tres lanzamientos consecutivos para volver a adelantar a los suyos, pero falló los tres. Un chute de autoestima de los italianos, que tuvieron más de un balón para ponerse por delante por primera vez en el partido. Y apareció el capitán, Felipe Perrone, para colgarse una nueva medalla en su séptimo campeonato de Europa. No le tembló el pulso, puso el 7-6 y España controló sin demasiados apuros los minutos finales. El oro fue para Croacia que se impuso en la final a Hungría por 10 a 9.