España, en la telaraña india
La Selección española debuta con derrota ante el equipo anfitrión (2-0) en el estreno del Mundial de hockey. El domingo deberá ganar a Gales para asegurarse la tercera plaza y pasar a octavos.
En un ambiente mágico, en la noche cerrada en la India y con un estadio repleto, el equipo anfitrión presentó su candidatura al título mundial con un gran partido ante una España que estuvo un escalón por debajo en todos los aspectos y pagó su juventud (solo cuatro jugadores tenían experiencia en una competición de tal calibre). Aunque los precedentes eran favorables a la Selección (dos victorias y un empate), la India desarrolló un gran hockey, de mucha presión y de juego técnico, que supuso una telaraña de la que el equipo de Max Caldas no supo deshacerse hasta el último periodo, cuando el encuentro estaba ya casi sentenciado. El equipo español se medirá este domingo a Gales a las 12:30, selección que perdió 5-0 ante Inglaterra. Vital la victoria para pasar a octavos.
El comienzo de la India fue apabullante. Después de la primera aproximación de Álvaro Iglesias a los 40 segundos de juego, el campo hizo bajada para los locales, que tuvieron un 77% de posesión y dispusieron de hasta tres penalti-córner en los primeros 15 minutos. Por el costado derecho, por donde se centraron todos los ataques, India encontró una autopista directa a la meta defendida por Adrian Rafi. El dominió evolucionó en ocasiones claras de gol a falta de cuatro minutos para que finalizara el primer cuarto: una jugada en la que Pepe Cunill fue descalificado dos minutos y dejó a España en inferioridad. El primer penalti-córner fue fallido, pero no el segundo. Amit fusiló a Rafi. 1-0. A falta de un minuto, España achicó agua en medio de la tormenta.
El segundo tiempo empezó de la misma manera. Los jugadores asiáticos, que ya fueron bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio y que se han preparado a conciencia para este Mundial, evidenciaron su calidad técnica y su buen estado físico, con jugadores rápidos, fuertes y una presión agresiva que dejaba a España sin opciones de llegar al área rival. En una de esas acciones aisladas, Clapés forzó un penalti-córner que casi transforma Pau Cunill. Lo desvió el meta indio igual que otro lanzamiento después. Todo hubiera cambiado con ese 1-1. España se desperazaba, pero llegó el 2-0 en una ataque por la izquierda de Haroik. Pura velocidad.
Los errores técnicos de un equipo español nervioso, demasiado replegado ante la India, penalizaron a España. El equipo anfitrión penetraba con flicks (pases largos) en la defensa. Una pérdida de Gispert se acabó convirtiendo en un penalti-stroke cometido por el propio jugador catalán, pero Rafi le adivinó la intención a Harmanpreet. Uno de los árbitros consultó el videoarbitraje para cerciorarse que la bola no había entrado. Su ojo fue clínico. España mantenía el 2-0 y las opciones de meterse de lleno en el duelo si anotaba un tanto más. “Jueguen, jueguen”, repetía Caldes desde el banquillo.
Pero ese momento, y pese a que España movió mejor la bola, no llegó. La India replegó cuando le expulsaron durante diez minutos a uno de sus jugadores por una entrada demasiado agresiva, y España penetró especialmente por el lado derecho por medio de Quique González. Incluso tuvo hasta tres penalti-córner más, pero si no era el meta indio (ambos fueron alternando en cada periodo) lo era el fallo en la recepción de unos jóvenes jugadores que vivieron su primera experiencia internacional en un ambiente para no olvidar. El Mundial no ha hecho nada más que comenzar y España espera ir madurando con el paso de los días. El estreno y los nervios deben quedar de lado en la mágica y entregada India al hockey.