España empieza fuerte: octava en el relevo 4x100 libre
El equipo masculino, formado por Sergio de Celis, Luis Domínguez, Mario Mollà y César Castro, logró la sexta mejor marca por la mañana pero luego en la final quedó último (3:14.64).
Los relevos son una bomba de oxígeno para la natación española. Después de años en los que distintos técnicos reclamaban la decidida apuesta por ellos, como ocurrió en el ciclo olímpico Río 2016, la dirección técnica se ha lanzado desde los Europeos de Roma del pasado verano y ha recogido sus primeros frutos en estos Mundiales de Natación de Fukuoka. El primer día de competición, España ya disputó una final, lo que no logró en la edición anterior. El relevo masculino del 4x100 libre finalizó sexto en la serie y octavo finalmente en la última ronda.
Lanzó, por la mañana, el relevo Sergio de Celis. El velocista del CN Sabadell marcó 48.81 y dejó a España en una buena posición en una serie liderada por una Gran Bretaña que posteriormente fue descalificada debido a un error de cálculo en uno de los relevos. Tras De Celis, fue el turno de Luis Domínguez, que se entrena en Estados Unidos. Voló en el segundo 50 para colocar a España en buena posición (48.39). Mario Mollà mantuvo el ritmo nadando en positivo, con un mejor primero 50 (48.63). El catalán venía menos descanso al nadar y clasificarse para las semifinales de los 50 mariposa con la decimocuarta marca (34.34). Cerró el relevo César Castro, que marcó 47.94 y estuvo cerca de establecer el récord de España del relevo (3:13.77). El vigente está en 3:13.73.
Por la tarde, los registros no fueron los mismos. Mollà llevaba más fatigado pese a conseguir acabar décimo del mundo en los 50 mariposa, con su mejor marca personal (23.16). De Celis logró mejorar el tiempo de la mañana, con 48,77, y después Luis Domíngiez salió a por todas pero se quedó un poco por detrás de su registro matutino, con 48.47. Mollà fue el que le costó más, al quedarse en 48.86, 23 centésimas más. César Castro, que logró bajar de 48 por la mañana, ya rezagado en última posición, no pudo mejorar y dejó a España en 3:14.64, registró 48.54.
El relevo femenino, que estuvo formado por Ainhoa Campabadal, Carmen Weiler, África Zamorano y Paula Juste , acabó decimosexto con 3:42.53, muy lejos de las posiciones que daban acceso a la final (3:37.71, Japón).
Emma Carrasco, de apenas 17 años, la más joven de las participantes de los 200 estilos junto a la china Yiting Yu (5º), se estrenó en unos Mundiales con la vigésimosegunda mejor marca (2:15.11). “Fui a por todas. Mariposa y espalda lo hice bastante bien, pero en la braza iba cansada y en el libre me ha costado. Creo que nadar en 2:15 por las mañanas es de mis mejores marcas”, comentó después de la prueba, en la zona mixta: “Estaba nerviosa, pero contenta de haber debutado. Que me sirva para coger experiencia. El mundo absoluto es otro mundo al júnior, este es el comienzo de todo”. Su mejor marca era de 2:12.52. El último día de competición competirá en los 400 estilos.
También debutaba Carlos Quijada, de 22 años y madrileño, en los 400 libre, una prueba en la que los primeros clasificados volaron. No era su objetivo meterse entre los ocho mejores, teniendo en cuenta que el nivel de la prueba, pero sí logró el nadador del Real Canoe bajar de 3:50. Se quedó en 3:49.60 y fue vigésimo. “Estoy muy contento con mi estreno mundial y nadar en mi mejor marca por la mañana. Gestioné bien los nervios y la presión. En la serie había gente de 3:48. Lo que cuenta es aprender y mejorar”, comentó el madrileño. El austriaco Felix Auboeck (3:44.14) y el brasileño Guilherme Costa (3:44.17) le siguen de cerca.
Paula Juste, que también inauguraba su participación en unos Mundiales de Natación, bajó del minuto en los 100 mariposa pero no le dio para avanzar a las semifinales en una prueba de mucho nivel y de escasa tradición en España, donde solamente Judith Ignacio, hace ya una década, logró codearse con la elite. La nadadora catalana estableció una marca de 59.94 y finalizó vigesimoséptima.