¡España, campeona del mundo!

En San Juan 2022, la Selección femenina caía en la final ante el equipo local. Dos años después, en Novara (Italia), las chicas del debutante Sergio Macià se tomaron cumplida revancha del país sudamericano al derrotarlas por 4-1. Pero querían más. Recuperar la corona mundial y levantar su octava copa de campeonas planetarias. Portugal era el último escollo. Una nación con legendaria tradición en hockey patines que, sin embargo, no ha ganado nunca el título en categoría femenina pese a haber disputado cinco finales. Un logro que aún tienen pendiente porque España no falló y recuperó el cetro cinco años después del último tras vencer por 2-0.

“Hay que tener la cabeza enchufada los 50 minutos”, recordaba Mariona Colomer a sus compañeras antes del inicio de la final en el Pala Igor Gorgonzola de la localidad italiana de Novara. El color blanco de las vecinas ibéricas fue una perfecta metáfora desde los primeros compases, ya que las jugadoras vestidas de impoluto y brillante rojo fueron un vendaval de disparos con Aina Florenza, Anna Casarramona, Marta Piquero y María Sanjurjo formando el cuarteto inicial, con Anna Ferrer en la portería resolviendo con firmeza los avances lusos peligrosos.

En la otra portería, Claudia Vicente era un pulpo evitando, o mejor dicho retrasando, el inminente estreno del electrónico. Y lo consiguió durante nada menos que 18:29. Momento en el que los árbitros señalaron penalti por la acción de la capitana Ana Cataria Ferreira sobre Florenza. El lanzamiento perfecto arriba a la izquierda correspondió a Sara Roces (octavo gol en el campeonato transalpino). Así se llegaba al descanso. Por delante, 25 minutos para sellar el éxito.

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Y con esa concentración y fortaleza mental que transmite Macià desde el banquillo, España salió de nuevo como un resorte. Gol en el primer minuto de la reanudación gracias a una acción de María Sanjurjo. El octavo entorchado irrumpía en el horizonte. El encargado de la serigrafía afilaba la punta del punzón para escribir España, por octava vez. La que más en la historia. Portugal intentaba reaccionar, pero el ciclón rojo era ya un tsunami que alcanzaba tierra. La bola siempre estaba en el stick de una española y Vicente se multiplicaba para evitar más tantos.

Los minutos pasaban y Portugal bastante tenía con evitar que el resultado aumentara en su contra. España circulaba, fluía, controlaba. Nada alteraba la calma pese a ser la final de un Mundial. Un encuentro que acabó como los pronósticos auguraban. Con el octavo entorchado mundial de la Selección femenina. Vítores, abrazos, lágrimas. Enorme alegría. El título está en las vitrinas. “Este equipo es un conjunto de amigas y teníamos muchas ganas de lograr este objetivo. Quiero agradecer a todas mis compañeras que hayan hecho posible que cumpla el sueño que tenía de niña”, explica Sara Roces. Mañana domingo será el turno de los chicos en la final ante Argentina. El hockey patines mundial habla castellano.

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