En lo más alto: Alberto Ginés gana la general de la Copa del Mundo de dificultad

Desde el preciso momento en el que se bajó de la pared de los Juegos de París, cojeando e infiltrado para no sentir un dolor punzante en el pie izquierdo, Alberto Ginés, el primer campeón olímpico de la historia en escalada, inició un nuevo capítulo. Uno que ansiaba y que, en contraste con lo vivido meses atrás, prometía muchas alegrías. Y, este sábado, algo más de un año después, uno extraordinario, celebró a lo grande. En Koper (Eslovenia), con una plata, el español, de aún 22 años, se proclamó campeón de la Copa del Mundo de dificultad. En los Juegos de Los Ángeles 2028, a diferencia de París, donde se combinaba con los bloques, la modalidad tendrá medallas propias. Alberto, especialista en la materia, ya se relame. Es su territorio. Y lo ha demostrado en una temporada para la historia de la escalada nacional.

Ginés, que se perdió después de su oro en Tokio, que tuvo que ser reconducido por su querido entrenador, David Macià, se ha convertido en, posiblemente, el escalador de dificultad más fiable del mundo. Este año, en el principal circuito mundial, no ha fallado en ninguna cita. Seis de seis. Siempre en el podio, con tres bronces y tres platas. En este orden y pasando por Wujiang (China), Bali (Indonesia), Innsbruck (Austria), Chamonix (Francia), Madrid y, finalmente, Koper. Se resiste el oro, pero, a día de hoy, nadie es más consistente que el de Cáceres, con un rocódromo a su nombre en la ciudad que le vio nacer.

En Eslovenia, lo volvió a demostrar. Tras quedar sexto en las clasificatorias y tercero en semifinales, Ginés cerró su participación en la Copa del Mundo con las matemáticas a su favor. Y las cuentas claras. A Koper, llegaba como líder de la general con 3.680 puntos. El japonés Yoshida Satone era su principal perseguidor, con 3.520. En la final, el representante nipón salió antes y escaló hasta los 45 puntos. Con esa marca en la cabeza, sabiendo que superándola se aseguraba la victoria general, llegó el turno de Alberto, que llegó hasta el 47+. Conseguido. Tras ello, se soltó de la pared, gritó en una mezcla de tensión y alegría y hasta soñó con el oro del día. El japonés Sorato Anraku, con un 48+, frustró la fiesta completa, pero el trabajo estaba hecho.

Con la victoria en la general, Ginés puso el punto final a su mejor temporada como deportista, más allá del oro olímpico, que no había encontrado continuidad. Desde los Juegos de Tokio y hasta la presente temporada, los mayores logros del escalador español habían sido dos bronces europeos y uno en Copa del Mundo. Ahora, en el mejor momento de su carrera, y con la motivación de Los Ángeles en el horizonte, todo es distinto. “Falta mucho y las cosas pueden cambiar un montón en tres años que quedan, pero creo que es el ciclo olímpico que con más ilusión cogemos y, sobre todo, con más expectativas”, aseguró en AS esta temporada, en medio de su increíble racha de resultados. Ya es su realidad. Ya está instalado en lo más alto. Ahora, para quedarse.

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