Elena Ruiz, la heroína de 19 años: “Vi claro que había que chutar, no tuve dudas”

En una acción más propia del baloncesto, donde históricamente se meten canastas decisivas sobre la bocina, anotó la Selección femenina de waterpolo un gol que no olvidará. Porque le reporta un bronce mundial, el primero de su historia, y porque liberó una enorme tensión acumulada durante el partido por el tercer y cuarto puesto ante Grecia y anteriormente en la malograda semifinal frente a Estados Unidos. La autora de ese gol histórico ya para España fue Elena Ruiz. Y no fue casualidad. Ya había sido a sus 19 años la MVP de los anteriores Mundiales de Fukuoka.

“Yo he cogido la pelota, me han tocado, eso no se vale. Luego la tiene Judith (Forca), la cogen del brazo entre tres jugadoras, eso es penalti. Y luego la he cogido yo, he chutado y ya está. Al centro, para no arriesgar”, narraba apresuradamente a la Real Federación Española de Natación la jugadora del CN Sant Andreu nada más acabar el partido, en que con el 9-9 atacaba Grecia con su portera, que se metió en la zona de dos metros (desde el año pasado, está prohibido acercarse tanto a la meta rival), con lo que hizo falta y propició el contraataque español, cuando quedaban dos segundos. A centésimas para el final llegó el 10-9.

“Cuando he ido a coger la pelota he visto claro que lo teníamos que chutar fuera quien fuera, porque no había portera. Sabía que quedaba un segundo y pico. No he tenido dudas”, afirmaba Ruiz, quien subrayaba que “en los últimos segundos sin portera no había marcado nunca. Y he tenido ese mini estrés de a ver si la tiraba fuera, al no haber portera”. Afortunadamente, entró.  “Ha sido un partido muy loco, pero me quedo con lo bueno, con el bronce. Estoy muy contenta”, remachaba.

Con algo más de temple, el que sólo dan los años, relataba esos instantes decisivos el seleccionador, Miki Oca: “Ellas piden ‘time out’ con siete segundos y tratan de buscar el gol con siete jugadoras, incluida la portera. Lo que pasa es que su portera se mete en la zona de dos metros, era muy claro y el árbitro lo ha señalado. Con lo cual nos quedaba la portería vacía con una posesión de dos segundos. Hemos intentado lanzar, ellas han intentado forzar la expulsión para que no pudiéramos hacerlo, pero hemos cogido el rebote y Elena sobre la bocina ha lanzado. Desde luego no le ha temblado el pulso. Porque es portería vacía pero son 14 metros”, analizaba muy sesudamente. “Hay que estar muy orgullosos de salir de aquí con una medalla”, sentenciaba Oca.

Y del seleccionador a la capitana, Pili Peña, quien también destacaba que “no había portera, no podíamos chutar porque se estaban colgando del brazo de Judith, y al final no podía ser otra cosa que el gol”. “Ha sido un partido muy tenso, todas queríamos ese bronce. Ese final de infarto demuestra todo lo que ha costado conseguirlo”, analizaba. Y ya se planteaba: “Tenemos que seguir en la zona de medallas y vamos a seguir trabajando muy duro para que en París sea mejor”.

Igualmente en los Juegos del verano pensaba ya, y eso que todavía seguía en la piscina del Aspire Dome, una Bea Ortiz que se siente “muy orgullosa del equipo, de todo lo que hemos hecho, hemos luchado hasta el último segundo. Queremos más, esto no es suficiente para nosotras. Ahora viene lo bonito, que es París”.