El VRAC se venga del Burgos y suma su 13ª liga
El equipo vallisoletano se redime de la derrota en la Copa del Rey y asalta Burgos (19-20) para sumar un nuevo título de División de Honor.
El VRAC Quesos Entrepinares se tomó la revancha este domingo ante Burgos (19-20) y añadió otro título de liga a su ya extenso palmarés, en un competido encuentro, que el Recoletas controló hasta el minuto 59 y en el que los vallisoletanos dieron la vuelta al resultado.
La tensión del partido se hizo evidente desde el primer minuto entre dos equipos que se conocen muy bien y que querían romper el equilibrio entre las finales disputadas por ambos -cuatro-, puesto que estas se habían repartido. Los burgaleses partían como favoritos, tras sumar los títulos de Supercopa y Copa del Rey y, además, contar con el factor cancha. Y salieron con la firme intención de controlar el juego y, con él, el marcador.
Así, aprovechando dos indisciplinas del cuadro azulón, una por entrar mal en un ruck, y otra por girar la melé, el Recoletas lograba situar el 6-0 en el minuto 7, merced a la efectividad de Carrió en sus lanzamientos a palos. El VRAC no se encontraba cómodo en el campo, y falló en las recepciones del oval. A eso se sumó la cartulina amarilla a Marc Sánchez por un manotazo a un rival tras una touch que dejaba a los vallisoletanos con uno menos, en plena fase de dominio local.
Y los burgaleses aprovecharon a la perfección su superioridad para anotar el primer ensayo, de manos de Casteglioni, que encontró el espacio en la defensa quesera para posar el balón en la línea de marca visitante. Pero los vallisoletanos no bajaron los brazos y, tras equilibrarse las plantillas -al recibir la amarilla Sacovechi-, Moala, en una jugada trabajada, supo cruzarse para despistar a la zaga local y ensayar. Fue el impulso que necesitaban para frenar el dominio inicial del Recoletas. Y, sin respiro, volvieron a hacer valer la circulación del oval, tras un maul, para añadir otro ensayo en el lateral, de manos de Miejimolle. La intensidad era máxima, y por eso la primera mitad se cerró con otros dos golpes de castigo, uno para cada conjunto, que dejó el tanteo en un apretado 14-13 al descanso.
Tras la reanudación, volvió a golpear primero el cuadro burgalés, con un nuevo ensayo, a cargo de Gramajo, tras varias fases de pick and go, en la que el Recoletas aprovechó bien la potencia de su delantera. Eso no amedrentó a los vallisoletanos, que aprovecharon la experiencia de un incombustible Gavidi, al que acompañó en su escapada Perotti, quien recogió el balón para añadir otra marca al electrónico y situar al VRAC por delante, por primera vez en el encuentro (19-20). Empezó un período de incertidumbre, en el que se repartieron los errores en ambas escuadras, lo que dejaba el choque abierto a cualquier posibilidad. Había que saber manejar las indisciplinas, y el tiempo del partido.
Carrió pudo recuperar el control del marcador, pero el golpe de castigo, por placaje alto del VRAC, le salió desviado. Y los vallisoletanos supieron templar los nervios y conservar el balón sin cometer más indisciplinas, hasta que el árbitro marcó el final del partido. Con este, ya son 13 títulos de liga para los de Diego Merino.
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