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SNOWBOARD CROSS

El relevo del snow español ya está aquí: Álvaro Romero

Álvaro Romero (San Sebastián, 19 años), vigente campeón mundial junior de snowboard cross, es la nueva promesa de los deportes de nieve.

MadridActualizado a
Álvaro Romero, campeón mundial junior de snowboard cross, en el Distrito Telefónica.
CHEMA DIAZDIARIO AS

Regino Hernández y Lucas Eguibar son en el snowboard lo que figuras tan relevantes como Ángel Nieto, Severiano Ballesteros o Fernando Martín, entre otros, han sido para sus respectivos deportes. Pioneros, referentes, unos valientes que se adentraron en lo desconocido para abrirle el camino a futuras promesas, futuras estrellas. Y esa nueva figura de los deportes de nieve, que ya es prácticamente una realidad, se llama Álvaro Romero (San Sebastián), que a sus 19 años se proclamó campeón del mundo junior a finales de marzo. Dos semanas antes, todavía en sus primeros pasos en la élite, ya fue capaz de hacer podio en la prueba de Copa del Mundo en Veysonnaz (Suiza), toda una exhibición del potencial que atesora.

“He tenido la suerte de que mis padres ya esquiaban cuando yo nací­, así que con dos años y medio o tres empecé a esquiar. Iba con ellos todos los fines de semana, Navidad y Semana Santa, hasta que a los 10 años acabé un poco aburrido del esquí y decidí­ cambiarme al snowboard. Con 15 fui a mi primera carrera en Formigal, una Copa España Movistar. Desde ahí me encantó este deporte y luego fui a competir a Baqueira, y desde entonces la selección me fue cogiendo para hacer alguna carrera más internacional”, explicó Romero a AS en el Distrito Telefónica sobre sus inicios, al término de un acto a modo de homenaje por sus recientes éxitos que escenificó a la perfección lo que está por venir: Eguibar, como estrella veterana, junto a Álvaro. Entrega del futuro relevo.

Lucas Eguibar y Álvaro Romero, en el evento celebrado en Distrito Telefónica.
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Lucas Eguibar y Álvaro Romero, en el evento celebrado en Distrito Telefónica.CHEMA DIAZDIARIO AS

Al joven vasco, como confiesa, siempre se le dieron bien los deportes desde pequeño (”he sido y soy un culo inquieto”), un talento que comparte con el gran Regino: “Si te soy sincero, cuando Regino hizo la medalla en 2018 yo no sabía que era snowboard. No tenía ni idea (risas). Fue el año siguiente cuando lo descubrí. Tener una figura como ellos (Regino y Lucas) siempre nos ayuda, porque nos podemos apoyar en ellos para situaciones ya de carrera o fuera del deporte. Regino es puro talento. Siempre se ha visto que tenía algo en los pies, que no tenían los demás y que podía conseguir lo que quisiera, como hizo en los Juegos de 2018, en Pyongyang. Lucas es trabajo, superación, como vimos el año pasado con su lesión. Nunca se da por vencido. Siempre intenta seguir para adelante como pueda, buscar soluciones. Al final hay que coger un poco de todo eso. Con el talento que yo tengo y el trabajo espero llegar a donde han conseguido llegar ellos”.

Para seguir los pasos de sus héroes, toda vez que recibió una de las ‘becas podium’ de Telefónica para impulsar su carrera profesional, que compagina con el grado de magisterio en la UNED, deberá participar en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de 2026 (Milán-Cortina d’Ampezzo). “Mi sueño es ser olímpico y el año pasado me quedé fuera por un tema de reglamento. Desde que lo supe solo pienso en 2026, porque creo que voy a llegar en mi mejor nivel. Seré un poco más mayor, tendré más experiencia y pienso que puedo hacer una buena carrera en los Juegos”, explicó confiado el vasco, cuya férrea voluntad es impropia de su edad: “Al final es una carrera, te sale o no te sale, pero bueno, yo voy a ir confiado, bien preparado. Mis virtudes son el trabajo, la habilidad y las ganas, muchas ganas”.

La bendición del campeón

El relevo está asegurado. Y será de garantías, tal como lo ve un Eguibar que bendice la llegada de quien está llamado a relevarle en el futuro como ganador del Globo de Cristal. “Lo que me ha llevado hasta donde estoy es el hambre que tengo de ganar. Es en lo que me centro y lo que me lleva a trabajar muy duro. Hay días que no quieres entrenar, que no quieres estar a -10º, pero tengo muy claro que para llegar a mi objetivo hay que pasar por estas cosas. Ya le dije que será duro, pero es el camino que hay que hacer: esfuerzo, dedicación y constancia. Eso es lo que se necesita”. A buen seguro que tomará nota.