Esquí alpino

El oro olímpico tras comer panettone: “No descuidé el esquí por la discoteca”

Alberto Tomba, el mito que tuvo tantos aduladores como ‘haters’. Tres oros olímpicos, dos mundiales... y multitud de leyendas urbanas. Hoy saca su autobiografía.

El oro olímpico tras comer panettone: “No descuidé el esquí por la discoteca”
Rafa Payá
Nació en Madrid (1976). Licenciado en Derecho con un master de postgrado en periodismo deportivo. Entró en AS en 2004 en Más Deporte para pasar a motor (15 años) y en 2020 regresó a poli donde hace atletismo, golf, deportes olímpicos... Ha cubierto deportes de motor (F-1, MotoGP, Fórmula E...), europeos y mundiales de atletismo, y eventos de golf.
Actualizado a

A sus 58 años, Alberto Tomba sigue siendo un referente del esquí alpino. Su nombre está en el imaginario popular, un referente que siempre ha generado amor y odio a partes iguales. Hoy, ‘Tomba, la bomba’ saca autobiografía y en ella (‘El slalom más largo’) desgrana su historia, su vida, su trayectoria deportiva y desvela muchos capítulos que han quedado como leyendas urbanas y que no siempre se adecuaron a la realidad. “Siempre odié que me llamen fanfarrón. Y cuando decían que era una bomba sexual... ¡qué tontería! Fui un tipo tímido y sigo siéndolo”, explica el italiano de Castel de Britti al ‘Corriere della sera’.

El oro olímpico tras comer panettone: “No descuidé el esquí por la discoteca”
La portada de la autobiografía de Tomba.

El transalpino, que logró 50 victorias en la Copa del Mundo y 88 podios en total, fue una estrella mundial del deporte, en parte por su peculiar personalidad. “No descuidé el esquí por ir a las discotecas. Son tonterías. Me sometí a un entrenamiento extenuante. Pasé veranos en glaciares, a 3.000 metros sobre el nivel del mar. En los Andes, en Argentina, en Chile... “, afirma. Al ser preguntado por la historia de que comió pannetone entre las dos mangas del eslalon gigante de Calgary, donde ganó su primer oro olímpico, Tomba explica: “Es cierto que tomé panettone, pero no me lo terminé... Cualquier entrenador me lo habría prohibido, pero así era yo. No quería pasar el tiempo entre las dos mangas recuperando energías. Prefería estar rodeado de gente. Y comer panettone si tenía hambre. Era mi naturaleza, mi manera de desahogarme”.

Tomba también fue pionero en la seguridad: “En los entrenamientos, alcanzaba los 193 por hora, haciendo saltos de cincuenta metros. No tenía miedo, pero vi demasiadas carreras arruinadas, piernas rotas y vidas deportivas destruidas. Fui el primero en usar casco, incluso en eslalon gigante: pasaba muy cerca de los postes y me daba cabezazos como un loco. Se reían de mí, pero ahora todo el mundo usa casco”. También revela la razón por la que subió en el telesilla con el cuerpo en sentido contrario a la posición habitual: “No quería darles la espalda a los aficionados que me animaban”.

El oro olímpico tras comer panettone: “No descuidé el esquí por la discoteca”
Alberto Tomba, en los Premios Laureus 2024 de Madrid.JESUS ALVAREZ ORIHUELA

Noticias relacionadas

Por último, pese a negar su fama de mujeriego, Tomba sí habla de su relación sentimental con la ‘Miss Italia’ Martina Colombari: “Yo era juez en el concurso que ella ganó. Era guapísima. Fue una historia preciosa que duró cuatro años. ¿Por qué terminó? Demasiada presión mediática. Yo siempre estaba de viaje, ella había triunfado en su profesión. Nos veíamos muy poco”.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Polideportivo