El Mundial femenino bate récords en TV pese a las diferencias

La disparidad entre participantes es una evidencia tras la primera jornada del Mundial femenino, que sin embargo no ha lastrado a este evento en lo que a repercusión televisiva se refiere. Se esperan cifras de récord a nivel mediático y de asistencia durante todo el torneo y las primeras no han tardado en llegar.

Muestra de ello fueron los 3,2 millones de personas que siguieron el 24-0 de Francia a Italia, a la postre el resultado más ajustado del estreno, a través de TF1. O los 2,4 millones que estaban pegados al televisor en el pico más alto del 69-7 que Inglaterra le endosó a Estados Unidos. Un 73-0 de Australia a Samoa, un 38-8 de Escocia a Gales, un 65-7 de Canadá a Fiyi, un 42-14 de Irlanda a Japón, un 66-6 de Sudáfrica a Brasil y el 54-8 de Nueva Zelanda a España completan los guarismos.

Cabe esperar algo parecido de la segunda y la tercera jornadas de la fase de grupos. No es un panorama muy diferente al que se ve en la versión masculina. Es ni más ni menos que el producto de un deporte hasta hace relativamente poco profundamente endogámico, al que aún le queda mucho trabajo por hacer para que los países fuera del ecosistema del Seis Naciones y el Rugby Championship tengan verdadera competencia. Si de ellos se suele decir que su Mundial empieza en cuartos de final, otra taza de lo mismo en el caso de ellas.

Por eso no es algo que preocupe a la organización. “Si lo que quieres es una barra libre de ensayos y rugby atrevido, ya lo estás viendo. Y si lo que quieres es partidos batallas igualadas, vendrán. Los partidos se van a ir haciendo más competidos conforme avanze el torneo hacia las fases eliminatorias. Es parte del deporte. Compiten equipos distintos en distintas fases de desarrollo. Todos merecen estar aquí. En 2006, formé parte de un equipo irlandés que cayó derrotado por 43-0 ante Francia. Ahora Francia es quinta en el ranking e Irlanda está justo detrás”, asegura al respecto Yvonne Nolan, directora de competición de la cita.

Sally Horrox, máxima responsable del rugby femenino en World Rugby, ofrece otro punto de vista interesante sobre el crecimiento de los equipos más modestos, que incluye la buena imagen ofrecida por España ante las Black Ferns pese al resultado: “Los equipos top dejaron su huella, pero otros como Brasil, España o Fiyi estuvieron a la altura del desafío. Hubo momentos de defensa intrépida y brava por parte de esos equipos”. También subraya Horrox lo que hasta ahora es el mejor aval de esta Copa del Mundo, el ambiente en sus gradas. Las seis sedes utilizadas en la primera jornada presentaron un gran ambiente, “eléctrico”, y según apunta la dirigente el primer sondeo de satisfacción lanzado por su organización ha arrojado cifras de aprobación considerables.

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