El Mundial empieza con un doble récord
El relevo 4x100 libre masculino finalizó sexto en el campeonato de piscina corta de Melbourne y rebajó el récord de España en cinco segundos, tanto en las eliminatorias como en la final (3:07.19).
El Mundial de piscina corta de Melbourne arrancó como había finalizado el Europeo de Split de agosto, con una exhibición del relevo masculino del 4x100 libre. Sergio de Celis, Luis Domínguez, Carles Coll y Mario Mollà consiguieron batir por dos veces el récord nacional y acabaron sextos del mundo, por detrás de otras potencias clásicas donde la natación es cultura como Italia (3:02.75, récord mundial), Australia (3:04.63), Estados Unidos (3:05.09) o Canadá. El récord de la final superó al de la mañana, con una extraordinaria posta de los cuatro integrantes, especialmente de Domínguez (46.63) y Mollà (46.44), quienes estuvieron incluso más rápidos que en la jornada matutina, donde ya habían alcanzando la marca nacional. Por la tarde quedó en 3:07.19.
Por la mañana ya lo había pulverizado en más de cuatro segundos. Pasó de 3:12.08 a 3:07.75. La primera serie la nadó Sergio de Celis, quien registró un tiempo de 46.71. Le siguió Luis Domínguez, que mantuvo al equipo español en la primera plaza por delante incluso de rivales como Australia y Estados Unidos que, eso sí, se habían reservado a algunos de sus mejores nadadores. Mario Mollà, que ha llegado en buena forma, mantuvo el ritmo con 46.69 mientras que Carles Coll sufrió más para mantener el ritmo en la última posta (47.98). Pese a ello, España se había colado en la final que nadaría por la tarde australiana con la quinta mejor marca y con un récord de España meritorio. Finalizó Carlos Garach con la séptima plaza en la final lenta de los 1.500 libre (14.59.37).
En la prueba femenina, Australia, en el alarde de poder en la velocidad, logró el primer récord del mundo de este Mundial de Melbourne en los 4x100 libre con un tiempo de 3:25.43 (un segundo por debajo del anterior récord de Holanda logrado en el Mundial de Doha en 2014 y con Emma McKeon bajando de los 50 segundos por primera vez en la historia, con 49.96). Estados Unidos logró la plata y el récord americano con 3:26.29, que también habría batido el récord mundial anterior. Y Canadá se subió a otro podio, se colgó el bronce con 3:28.06.
Debutó en el Mundial de piscina corta, después de hacerlo en el Budapest de piscina olímpica en junio, la gallega Paula Otero, que salió a por un puesto al menos de semifinalista en los 400 libre. La final directa estaba carísima, pero finalmente estableció 4:14.80 y quedó entre las 20 mejores. Le siguió África Zamorano, convertida ya en una de las veteranas del equipo español, quien tampoco logró el pase a la siguiente ronda al marcar 58.28 en los 100 espalda. El corte estaba en 57.54. Ocurrió lo mismo en los 50 mariposa. Alberto Lozano marcó 23.43 y Mario Mollà logró una brillante marca, solo a cinco décimas del récord de Rafa Muñoz (22.83). Pero ambos se quedaron por el camino, como Carles Coll (1:54.03, decimotercero) y Hugo González (1:57.27) en los 200 estilos.
Los primeros campeones
Gregorio Paltrinieri sigue pasando a la historia acuática. El campeón olímpico y mundial no entiende de descansos y se apuntó un nuevo oro en los 1.500 libre con una marca meritoria aunque lejos del récord mundial. En esta ocasión, el italiano no tuvo a sus rivales más peligrosos y pudo ganar sin problemas. Marcó 14:16.88, por los 14:19.62 de francés Damien Joly. El bronce fue para el noruego Henrik Christiansen, con 14:24.08.
La primera final, como es habitual en los programa internacionales, fue la de los 400 libre en este caso los femeninos, donde la australiana Lani Pallister ganó la prueba (3:55.04) por delante de la estadounidense Lea Smith, que fue tercera (3:59.78), y de la neozelandesa Erika Fairweather, que registró 3:56.00. Las tres dominadores de esta prueba estuvieron ausentes, tanto Katie Ledecky como la china Bingjie Li como la australiana Ariarne Titmus no participan en Melbourne.
Si Estados Unidos se conformó con el bronce en esos 400 libre femeninos, en los 200 estilos emergió un nuevo talento. Kate Douglas, de 21 años recién cumplidos, se adjudicó la prueba con el récord de América (2:02.12) y se quedó a escasas cuatro décimas del récord mundial de la sempiterna Katinka Hosszu. La plata se la colgó su compatriota Alex Walsh (2:03.37) y el bronce fue a parar a manos de la australiana y medallista mundial Kalyee McKweown, con 2:03.57. En la prueba masculina, el ganador fue el sudafricano Matheew Sates, con un tiempo también cerca del récord mundial Ryan Lochte (1:50.15). La marca se convirtió en el nuevo récord de África. La plata la ganó el estadounidense Carson Foster, con 1:50.96, y completó el podio el canadiense Finlay Knox, con 1:51.04. En las semifinales de los 50 mariposa la canadiense de 17 años Ilya Kharun batió el nuevo récord mundial júnior, con 22.28.