El ‘milagro español’ de la suiza que desafía al mito Mikaela Shiffrin
Lara Gut gana el Gigante de la Copa del Mundo de Andorra y lidera la general con 5 puntos sobre el prodigio de 95 victorias. Su preparador es sevillano y su marido, el exfutbolista Behrami.
Lara Gut-Behrami es la gran estrella de la cita de la Copa del Mundo de Soldeu en Grandvalira (Andorra) tras la ausencia de la norteamericana Mikaela Shiffrin, que no ha podido recuperarse a tiempo de la caída que sufrió el 26 de enero en Italia. La suiza de 32 años ‘guarda’ en la mochila ocho medallas mundiales (dos oros, tres platas y tres bronces), tres olímpicas (un oro y dos bronces) y 43 victorias (85 podios) en Copa del Mundo... pese a competir contra “la mejor esquiadora de la historia”. Gut-Behrami aprovechó a la perfección la baja de Shiffrin para imponerse (tras ser novena en la primera manga y segunda en la que cerraba) en el Gigante de Grandvalira y comandar también la general, además de la específica de Gigante. “Estoy feliz, he disfrutado”, decía en meta.
Sonrisa amplia, cordialidad en el trato y facilidad de comunicación, ya que Gut, domina a la perfección cinco idiomas: italiano, inglés, francés, castellano y alemán. Acostumbrada a viajar por el planeta casarse con un futbolista (Valon Behrami, suizo de origen kosovar ya retirado y que disputó cuatro mundiales y dos Eurocopas, además de jugar en equipos como West Ham, Fiorentina, Nápoles, Hamburgo o Génova), también hizo que su residencia fuera variando, lo que le ha ayudado a conocer todos los secretos de las distintas lenguas.
La trayectoria de Lara no ha sido un camino de rosas. Con 17 años y 8 meses logró su primera victoria en un supergigante, la más joven de la historia. El prodigio se encalló debido a numerosas lesiones y problemas con su federación. “No tenía idea de lo que estaba sucediendo. Era una niña, había muchas cosas que no sabía cómo lidiar”, explica la esquiadora.
En 2016 ganó el Globo de Cristal y en 2019 tuvo un momento de inflexión clave en su carrera: unió su camino profesional a José Luis Alejo Hervás, “el hombre milagro”, al que ya conocía desde 2002 cuando el sevillano de 47 años estaba junto a María José Rienda, integrado en el equipo de técnicos de la Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI). “Me sorprendió su determinación y su agresividad en la pista. Fue asombrosa, nunca había visto algo así antes”, recuerda el español de ese primer encuentro.
Alejo había guiado hasta el oro al esquiador ciego de 19 años Juan Carlos Molina en los Juegos Paralímpicos de Nagano 1998 y tras eso decidió estudiar la carrera de preparador físico de alto rendimiento. Por sus conocimientos han pasado muchos esquiadores de prestigio de distintos países como Canadá y Suiza, además de, por ejemplo, en España Carolina Ruiz, la única española que ha ganado un Descenso de Copa del Mundo, o las hermanas Jardí.
En el entorno de Gut-Behrami confían ciegamente en Alejo Hervás, un sevillano a los mandos del entrenamiento de la mejor esquiadora del mundo... como si un finlandés guiara los pasos de un torero en Las Ventas. Quizá esa influencia mediterránea ha rebajado la presión de Gut y le devolvió la esencia. “Me di cuenta de que esquío porque me gusta... pero no es todo en mi vida”, apostilla la líder de la Copa del Mundo que ahora aventaja en cinco puntos a Shiffrin (1.214 por 1.209).
