El Jimbee Cartagena llega a la final de Supercopa a costa del Palma Futsal

Un inicio inmejorable. Puro espectáculo. Así podemos definir lo que significó el partido que abrió la Supercopa de España de fútbol sala entre Palma Futsal y Jimbee Cartagena. Los murcianos salieron victoriosos de un encuentro que tuvo de todo y en el que estuvieron ligeramente más certeros de cara a puerta que sus rivales. Y es que los chicos de Antonio Vadillo, flamantes campeones de la Intercontinental el pasado diciembre, se toparon con la madera hasta en siete ocasiones. Los goles de Lucao, Waltinho, Pablo Ramírez y Tomaz sellaron el pase a la primera final de Supercopa para un Jimbee que se medirá con el vigente campeón, el Barça.

La primera parte fue una batalla de poder a poder. Un toma y daca constante. La igualdad, máxima. El primer aviso lo dio el Jimbee, pero Moslem evitó bajo palos el 0-1 de forma milagrosa. Minutos después, intercambio de postes entre Cleber y Lucao. Parecía que el marcador no se movería, pero sobre el 40x20 había demasiada calidad individual como para que eso sucediera. En el 16′, Bruno Gomes se llevó el honor de anotar el primer gol del año en el fútbol sala español. Recibió de espaldas y con un movimiento eléctrico rompió a Tomaz, un fijo de la Selección en las últimas convocatorias, con suma facilidad. Su disparo, raso y ajustado, imparable para Chemi.

Poco le duró la alegría a los baleares, especialmente por Moslem, que pasó de héroe a villano. Se jugó un uno contra uno absurdo en la salida de balón, riesgo innecesario que pagó caro. Lucao robó el cuero y ante la salida de Muller definió con una vaselina exquisita. Pura magia. Será difícil anotar un gol mejor en esta Supercopa. El marcador fue 1-1 al descanso, pero pudo irse con ventaja el Palma de no ser por una mano prodigiosa de Chemi que desvió un misil lejano de Cleber.

La segunda mitad transcurrió por los mismos derroteros, es decir, puro frenesí. En ese ir y venir, el Palma salió perjudicado pese a un mayor número de envites sobre portería contraria. Fabinho, por partida doble, Gordillo y Chaguinha se toparon con la madera en cuestión de minutos. Tremendo. Entretanto, Moslem se desquitó con una buena definición a la carrera desde banda derecha y Waltinho la puso en la escuadra en una jugada a balón parado (2-2). En los últimos minutos, el brasileño bajó a los infiernos: mano para cortar un contragolpe balear y tarjeta roja. Sin embargo, pese a contar con dos minutos de superioridad numérica en pista, el Palma no vio puerta, séptimo poste mediante, obra de Gordillo. Los murcianos lograron resistir, hasta que a falta de minuto y medio para el final, Pablo Ramírez hizo el 2-3 para dejar al Palma contra las cuerdas. Tomaz, con los baleares a la desesperada con portero-jugador, puso el definitivo 2-4 desde su campo. Partidazo.

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