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NATACIÓN | PARÍS 2024

El derroche en piscinas para los Juegos escandaliza en Francia

La opinión pública se pregunta por qué se han invertido 174 millones en Saint-Denis cuando la natación de París 2024 ha tenido que trasladarse a Nanterre, a 15km, en una sede efímera.

La Défense Arena, piscina Juegos Olímpicos París 2024.

Cuando se ha cruzado el rubicón de los 200 días para que se inauguren los Juegos Olímpicos de París, el próximo 26 de julio, la organización y el coste de los mismos sigue siendo un encendido asunto de debate en el seno de la población francesa. El último y controvertido foco de atención se detiene sobre los tumbos y el encarecimiento que han ido experimentando los equipamientos que se destinarán a los deportes acuáticos, tal como reflejaba este martes el magacín matinal ‘Bonjour’ de la cadena TF1, a raíz de un estudio publicado por ‘L’Express’.

La polémica nace de la nueva piscina de Saint-Denis, ubicada muy cerca del Stade de France (donde discurrirá el atletismo), que cuando se proyectó en 2016 estaba pensada para albergar todas las pruebas de natación durante los Juegos y para convertirse en una herencia para el país, que así iba a acoger en el futuro grandes citas acuáticas. Pero no será así. Por un lado, los costes se fueron elevando desde los 67,8 millones de euros presupuestados inicialmente y los 90 del proyecto final, en septiembre de 2017, hasta los 174 por los que se adjudicó la construcción un consorcio liderado por Bouygues Group, en abril de 2020. Lejos, eso sí, de los 260 que había estimado en abril de 2018 un informe de la Inspección General de Hacienda.

Pero el informe no iba desencaminado. Si los costes no ascendieron a tal montante fue porque la piscina de Saint-Denis, tal como se ha acabado levantando, no incluye las 17.000 plazas para espectadores previstas inicialmente, sino sólo 5.000. Y ahí está el problema, o mejor dicho, lo que escandaliza en Francia, ya que World Aquatics no acepta un aforo menor a 15.000 personas para albergar la natación. Así que, en septiembre de 2020, el Comité Olímpico Nacional y Deportivo Francés (CNOSF) optó por una solución de emergencia: montar otra piscina que sí reuniera las condiciones. Pero esta será efímera y se encuentra a 15 kilómetros de la villa olímpica.

Thomas Bach, presidente del COI, durante una visita a la villa olímpica en diciembre, hace unas semanas.
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Thomas Bach, presidente del COI, durante una visita a la villa olímpica en diciembre, hace unas semanas. POOLPool via REUTERS

En la ciudad de Nanterre, al oeste de París, es donde concretamente se sitúa La Défense Arena. No se trata de una instalación edificada originariamente para estos Juegos, sino que se inauguró en 2017 tras cuatro años de construcción por 353 millones, pero como estadio de rugby (es el feudo del Racing 92) y como sala de conciertos. De modo que, a diferencia de Saint-Denis, será una piscina (o dos, porque una se destinará a la competición y la otra, a los calentamientos) efímera, que desaparecerá tras los Juegos. Pero que al menos sí podrá acoger a 17.000 espectadores. La idea pasaba inicialmente por destinarla a la gimnasia.

Mientras tanto, Saint-Denis no caerá en desuso durante París 2024 sino que se empleará en disciplinas para la que sí es apta. Albergará toda la natación artística, los saltos y los partidos de waterpolo, a excepción de las finales, que paradójicamente también darán el salto a La Défense Arena. El consuelo para quienes aún defienden estos volantazos sobre la marcha es la comparativa con lo que se invirtió en el centro acuático de Londres 2012, 370 millones, y sobre todo los 470 que costó el de Tokio 2020. Y todo ello, sin contar los quebraderos de cabeza que está comportando que el río Sena presente las condiciones de salubridad idóneas para hospedar las pruebas de aguas abiertas

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