El deportista después del deporte: “Me tiré un año y medio preparando la retirada con mi psicóloga”

“El día después, el día de mañana”. Detrás de cada deportista, hay una persona. Detrás de cada carrera deportiva, hay otro reto profesional esperando. Hace una década, según un estudio publicado por Sports Illustrated en 2009, un 78% de los jugadores de la NFL y un 69% de los jugadores de la NBA terminaban en bancarrota al abandonar la competición. Los datos, pese a enmarcarse en un contexto muy concreto, mostraban una situación alarmante. Durante los últimos años, la vida de los deportistas tras la retirada ha ido ganando peso dentro de la esfera pública y privada. Deportistas, aficionados y competiciones están cada vez más concienciados. Becas LaLiga: Campeones extraordinarios, un proyecto educativo destinado al crecimiento profesional y personal de los deportistas, es ejemplo de ello.

Con Sandra Sánchez, Eli Pinedo, Raúl Entrerríos, Regino Hernández, Mario Mola y Concha Montaner como participantes, este lunes, LaLiga presentó la iniciativa en su sede. Todos ellos, a excepción de un Mola que sigue en activo, supieron encontrar su hueco tras la retirada. Y se siguen reinventando diariamente. “Los deportistas siempre hemos reclamado ese puente y ahora lo tenemos. Este tipo de proyectos abren puertas y ofrecen oportunidades”, celebró Sandra, considerada la mejor karateca de la historia en la modalidad de kata. “Yo estoy en ese proceso y trato de encontrar respuestas. Estos programas sirven para tomar impulso en vez de ver el abismo”, añadió el propio Mario, tres veces campeón mundial de triatlón, desde su perspectiva.

Como parte de LaLiga Business School y junto a la consultora Ackerman International, Campeones extraordinarios ofrecerá una formación personalizada a los seis deportistas mencionados. “Cuanto mayor éxito se alcanza, mayor dedicación ha tenido que haber. Y, a mayor entrenamiento, es más complicado compaginar cualquier otro tipo de actividad”, expresó el director de relaciones institucionales de LaLiga, José Montero, para justificar la elección de los deportistas. Sus experiencias vitales lo ratifican. Regino tuvo que dejar los estudios a los 16 años. Concha los está terminando ahora porque los tuvo que interrumpir. “A mí me ha tocado elegir entre ir a un Mundial o aprobar una asignatura, por ejemplo”, expuso Sandra, que ahora ofrece seminarios por todo el mundo y también de forma online, entre otras cosas. Es la imagen de que reinventarse es posible.

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La gran pregunta

“¿Eli Pinedo sabe ser alguna cosa más además de jugadora de balonmano? Yo soy pedagoga y tengo un máster en periodismo, pero me hacía esa pregunta constantemente”, reveló la medallista olímpica en Londres 2012. Un sentimiento compartido. “Me tiré un año y medio preparando mi retirada con mi psicóloga. ¿Qué puedo hacer? ¿Qué tengo que hacer?”, se cuestionaba Regino. Montaner, que fue a dos de sus cuatro Juegos siendo madre y ya compaginando trabajo con carrera deportiva, se preparó desde temprano. “El durante”, destacó Sandra, es fundamental. “Venimos de deportes en los que tampoco se ganan millones, pero sí recibes cantidades de dinero a gestionar”, advirtió.

En dicho proceso, los propios valores innatos al deporte pueden ser un faro. “En la formación de LaLiga, vamos a aplicar todo lo que hemos hecho durante años. En el deporte de equipo, la fuerza está en el grupo y aprendes a hacer mejor al compañero y que el compañero te haga mejor a ti. Todos los valores adquiridos son aplicables a este tipo de formaciones”, reflexionó Pinedo. “Después de tantos años entrenando solos, tenemos una mochila aplicable a otros terrenos profesionales. Todas esas horas de sacrificio desembocan en el mismo sitio”, completó Concha. “Lo único que quiero es seguir vinculado al deporte. El deporte me ha dado una vida y quiero seguir ligado a él”, deseó Regino. Está en el camino.

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