“El deporte hace que los niños entiendan mejor la discapacidad”
El judoca vallecano Álvaro Gavilán dio una clase muy especial a los alumnos de quinto y sexto de Primaria del colegio Carlos Sáinz de los Terreros.
No iba a ser una jornada más en el colegio Carlos Sáinz de los Terreros en Puente de Vallecas. Este martes 3 de diciembre estaba marcado en rojo. Para el Día de la Discapacidad siempre planean alguna charla o actividad destinada a que los más pequeños interioricen conceptos como la inclusión. Cuando los alumnos de quinto y sexto de Primaria entraron al Salón de Actos se encontraron con una sorpresa, la presencia del judoca Álvaro Gavilán. “Es vallecano y rayista”, le presentó Antonio Luquero, periodista de Vallecasweb, lo que despertó una gran ovación. A partir de ahí, se hizo el silencio para seguir la historia de Álvaro.
“Nací cerca de la Asamblea. Veía bien hasta los 17 años, cuando me diagnosticaron la enfermedad de Stargardt. Yo veo bien por los lados, pero no por el centro. Siempre había hecho judo, soy cinturón negro de judo y kárate, así que lo seguí practicando. Es un deporte muy inclusivo, porque entrenas con compañeros sin discapacidad”, comenzó. Ya había manos levantadas. “¿Tu enfermedad tiene cura?”. “¿Alguna vez te has sentido excluido?”. “¿Hay judo para gente sin brazos?”. La respuesta fue la misma: “No”. Y eso que Álvaro se sorprendió con las preguntas. Algunas ni él mismo se las había planteado.
Al vídeo con las escenas más emotivas de las 40 medallas españolas de los Juegos de París y la canción Ganar Dos Veces de fondo le acompañaron todo tipo de onomatopeyas. Desde el “Halaaaa” al “Ohhhh”. A los chavales les impresionó ver nadar a Teresa Perales e Iñigo Llopis, pedalear a Ricardo Ten, los puntos de Caverzaschi y De la Puente, la entrada triunfal de Susana Rodríguez... Muchas y diferentes capacidades. “Hay una frase muy buena del anterior presidente del Comité Paralímpico Español, que decía: ‘No me invites a la fiesta, sácame a bailar’. Resume muy bien ese proceso de integración, que pasa por la implicación de todos”, explicó el deportista, que participó en Río 2016 y Tokio 2020 y vivió los de París 2024 como responsable de redes sociales del CPE.
Álvaro, que tiene en su haber una medalla de bronce en un Mundial, también da clases en el Centro de Recursos Educativos de la ONCE y eso se notó con la parte práctica de la charla. Varias rondas con tres voluntarios: una niña, un niño y un profesor. El objetivo era enseñarles unos ejercicios sin ver. Y para eso, se llevó el kimono con el que se clasificó para los Juegos de Tokio. Los niños alucinaron. “El judo paralímpico es igual de fuerte o más que el otro, porque se empieza agarrado a la manga y la solapa. Eso, con la tensión, hace que los antebrazos ya te duelan a los dos minutos. Aprendemos por imitación y eso se complica sin ver. Ahí cobra importancia el tacto”, reflexionó.
El judoca se retiró hace un par de años, pero ha encontrado en sus alumnos otra motivación. “Cuando consiguen hacer los ejercicios es muy gratificante”, aseguró. Uno de los profes, Saúl, asintió. “El deporte hace que los niños entiendan mejor la discapacidad”, dijo el docente, a lo que Álvaro añadió: “La discapacidad es aprender a hacer las cosas de forma diferente y este día se reivindica un mundo más accesible para todos”. Durante la charla se resolvieron dudas como cuánto pueden costar una prótesis para competir o una silla adaptada o qué son las categorías de discapacidad en unos Juegos. Los chavales aprendieron y se divirtieron y Álvaro se llevó una medalla de oro, la de todos ellos rodeándole y pidiéndole un autógrafo.
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