El Barceloneta, rey de reyes

Por si su palmarés, sin derrotas en la competición desde 2012, ni su recorrido en esta edición, con 36 goles anotados entre cuartos y semifinales, no fueran suficientes, el CN Atlètic Barceloneta evidenció una vez más que no hay quien le tosa en la Copa del Rey de waterpolo. Por tercer año consecutivo se jugaba el título con el CN Sabadell, que en 2023 le puso contra las cuerdas, pero que en esta final disputada en Palma de Mallorca conquistó con la misma autoridad con la que su técnico, Elvis Fatovic, sentenciaba esta semana en AS: “Todo el mundo piensa que somos el mejor equipo… Y lo somos”. Ya son 20 títulos de los marineros, 12 de ellos seguidos.

Divertido y trepidante comenzó un partido marcado de inicio por los palos. Los de Alberto Barroso y Roger Tahull. También en la madera tocó el 1-0 de Felipe Perrone, antes de entrar por la escuadra. Y con el larguero se topó Kanstantsin Averka, expulsado en la semifinal ante el CN Terrassa pero absuelto para la final, en la acción previa al empate establecido por el montenegrino. Hacia el final del primer cuarto, daban el 3-1 al Barceloneta entre Bernat Sanahuja, precisamente ex del Sabadell, y Unai Biel, mientras Unai Aguirre salvaba un par de tiros a Averka y Barroso.

Del meta marinero fue también la primer intervención del segundo cuarto, de nuevo ante Barroso, y de su compañero en la Selección, Edu Lorrio, la réplica, al anticiparse a Marc Larumbe cuando el también internacional se quedaba solo para anotar. Ya nada pudo hacer Lorrio frente al tiro a bocajarro de Tahull, el 4-1. Una peligrosa distancia que recortó Barroso, acertando al fin a estrenar su casillero. El madrileño mantenía con vida al Sabadell metiendo también el tercero, un zambombazo, después de que Luke Pavillard completara la ‘manita’ para el Barceloneta. Un 5-3 al descanso que lo dejaba todo abierto.

Más esperanzas aún dio a los vallesanos la reanudación, con otra gran parada de Lorrio que antecedía el cuarto gol, obra de Averka. Pero, lejos de entrar en pánico, inmediatamente respondió Alberto Munárriz con el 6-4. Tuvo el séptimo Álex Bustos, que impactó en el larguero. Quien sí lo convirtió fue Tahull, con un revés. Con el 8-4 de Munárriz, tras dar en la espalda de Lorrio, prácticamente se acabó el partido, y eso que restaba más de un periodo por disputarse.

Porque ya nada cambió, hasta el definitivo 10-6, en un último cuarto insulso en el que Fatovic incluso se permitió el detalle de darle unos minutos a Nic Porter, héroe en la edición del año pasado, y descanso a Aguirre. Tal como se proponía su entrenador, esta Copa tiene que haber servido para alzar el vuelo en la Champions, después de dos derrotas en la liguilla que conduce a la final a cuatro. Y, para el Sabadell, el resto está en la Eurocup, donde aguarda la vuelta de los cuartos de final ante el Steaua de Bucarest tras el triunfo por 6-5 en la ida.

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