El árbitro fuerza a Tapia-Coello a ganar dos veces a Lebrón-Galán

Con 40-30 en el marcador con 5-3 en el set y ya con 6-4 en la primera manga, Ale Galán buscaba una pelota fuera de la pista, que había ido tan lejos que era imposible siquiera que la tocase. Juan Lebrón estaba en la red estirando la mano a sus rivales en señal de felicitación, y Tapia y Coello gritaban el triunfo. Pero llegó Galán con la bola en la mano, y con cara de sorpresa porque el partido no estaba acabado. Y era verdad: el árbitro se había equivocado al cantar 30-40 por lo que en realidad era un evidente y nada dudoso 40-30 en un golpe rápido de Coello. Todos sabían que era un error, pero es el reglamento: bola de oro del juego, la única de todo el partido que ganaron Lebrón y Galán, del 6-3 se pasa al 5-4, se desconcentra Arturo Coello, y los números uno sacan adelante el set perdido: 6-7. En el tercero, 7-5 para Tapia y Coello.

Ese es el resumen lineal de la tercera final de la temporada del Open de Chile en la Universidad de Santiago, la tercera que ganan Tapia y Coello, y la segunda frente a los números uno. Arturo y Agustín se han convertido del día a la mañana en la pareja de más impacto en el pádel masculino de los últimos años. Debutaron juntos hace un mes, y ya son temibles porque gozan de las mismas armas que Galán y Lebrón, y están más en forma. Es decir, van sobrados de pegada, disponen de golpes geniales, aseguran una defensa tremenda por el alcance que desarrollan y lo bien que se defienden en las contra las paredes, e incluso tienen la ventaja de que Coello es zurdo, y que ambos han realizado un aprendizaje directo y práctico en la pista al lado del número uno, Fernando Belasteguín.

Tapia y Coello fueron mejores y ganaron en buena lid. Galán y Lebrón sacaron partido momentáneo del clamoroso error arbitral reconocido por él mismo de manera inmediata, pero es el reglamento que de alguna manera provocó una tremenda tensión en la pista. Educadas amabas parejas, intentaron rebajar el ambiente, pero como son los llamados a dominar la temporada, la impresión es que en Chile arranca algo más que una rivalidad en ascenso. Nada nuevo en el pádel, donde en otra época no tan lejana había conatos de llegar a las manos.

La final femenina se acabó antes de tiempo por la lesión de Claudia Jensen, finalista de sólo 17 años. Al lado de Jessica Jensen ha hecho historia por ser la más joven en pelear un título, pero 6-1 y 1-0 ante Alejandra Salazar y Gemma Triay, que ganan su segunda final del año tras haber disputado las tres finales, y llevan ya la marcha del año pasado.