El año en que España completó un palmarés milagroso
El oro olímpico que tanto había buscado se colgó la Selección femenina. Y el Europeo que se le resistía logró la masculina. Más la Champions de clubes, y tres títulos mundiales en la cantera.
Ha mostrado el año 2024 al planeta cómo un país con tan solo 10.963 licencias autonómicas y 3.307 estatales (el fútbol supera los 1,2 millones), en el que poco más de medio centenar de deportistas se ganan holgadamente la vida practicando su disciplina, ha puesto la guinda a un palmarés que ya era excelente, y que ahora borda la matrícula de honor. Las Selecciones españolas de waterpolo han conquistado en este año que finaliza los únicos títulos que les faltaban.
El oro más codiciado de todos, el olímpico, al fin lo conquistaron la inolvidable tarde del 10 de agosto las Guerreras del Agua, históricas con todas las letras porque con su cetro en los Juegos de París 2024, tras ganar absolutamente todos los partidos, completaron la hazaña de una generación irrepetible, que en Londres 2012 participó por primera vez en una cita olímpica, con una plata, que al año siguiente se proclamó campeona del mundo en Barcelona 2013 y que también ha ganado tres Europeos (Budapest 2014, Budapest 2020 y Split 2022), además de la Liga Mundial o los Juegos del Mediterráneo. No en vano, este 2024 la Selección femenina ya había sido plata continental en Eindhoven y bronce mundial en Doha.
La reciente marcha como seleccionador de Miki Oca, que estaba en el cargo desde 2010, y de leyendas tales como la guardameta Laura Ester, ‘Pajarito’, evidencian un cambio de ciclo natural a partir de los Mundiales de Singapur 2025, el próximo verano. Pero el futuro está servido. Porque muchas de las campeonas olímpicas tienen mucha carrera por delante y porque en categorías inferiores España también ha arrasado en 2024, con los títulos mundiales de la Sub-15 en Manisa y de la Sub-18 en Chengdu, además del Europeo Sub-19 en Zagreb, con Isa Piralkova repitiendo de París.
Pero el combinado masculino, a pesar del mal sabor de boca con el que abandonó La Défense Arena, sexto y con diploma olímpico en los Juegos tras haberlo ganado todo en la primera fase y topar con Croacia en los cuartos de final, también ha alcanzado este año el único oro que increíblemente le faltaba en su formidable historia: el europeo. Lo consiguió entre Dubrovnik y Zagreb, precisamente en y ante Croacia, el pasado enero, un mes antes de colgarse el bronce mundial en Doha.
Y, como en el caso femenino, también la cantera aprieta en el caso de la Selección masculina. El gran ejemplo es la Sub-16, campeona mundial en Malta. Y, en segundo término, el bronce continental de la Sub-18 en Burgas.
Para redondear este magnífico 2024 para el waterpolo español, conviene no olvidarse de la final a cuatro de la Champions femenina, en que se impuso el CN Sabadell (campeón también de la Supercopa europea) junto a otros dos equipos del país: CN Sant Andreu y CN Mataró. En chicos, además de ganarlo todo en competición estatal el CN Atletic Barceloneta, se metió en la final a cuatro de la EuroCup el CN Sabadell.
Lo siguiente, en cuanto 2025 dé sus primeros pasos, será la disputa de la primera fase de la World Cup, para la que los combinados femenino y masculino ya se han empezado a preparar estos días en Tenerife y Mallorca, respectivamente, en concentraciones que finalizaron este lunes. Ellas, con Jordi Valls como seleccionador interino, jugarán en Alejandrópolis (Grecia). Ellos, a las órdenes de David Martín y con un nuevo reglamento, lo harán en Bucarest (Rumanía), a partir de ya mismo: el 6 de enero.
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